El Libro Negro: Cuando El Amor Se Convierte En Cero
Ross
o de plomo gris que amenazaba c
un espectro, empacando
planos. La fotogr
antes de cinco quilates que pesaba más que un pa
mbolo de nuestra unión desap
o más liberad
gafas de sol y llevando el te
as apiladas en
, sirviéndose café solo-. Vamos al cemen
deb
re el
he blindado
e una proce
artillear contra el cristal, sabiendo con absoluta certez
de un paraguas negro, susurré mi
apá. El juram
amos a
retera desierta azotada por l
ue había personalizado e
estó al pr
de indiferencia glacial a preocupación
histérico a través del sis
n la carretera vieja, está oscuro y tengo mi
ue los neumáticos chirriaran en
No te muevas. Ci
olentamente, cambi
a-. Estamos a veinte kilómetros en la
rorizada, Elara. No vo
a carretera, directamente en las
puertas se abrier
jo retrovisor, sus ojos o
áj
ijamente,
Qu
.. y necesito el espacio en caso de que tenga q
Dante. Estamos e
! -rugió, golpeando el volante-.
la pu
a lluvia abofetearon
asfalto
es de pisar el acelerador a fondo, dejándome abandonada en e
ces traseras rojas dis
o, el agua empapando mi abrigo
a pantalla estaba resbaladiza por la lluvia y
es acercándose a
coc
os, pensando q
lo
falto mojado, perdiendo el control y
iempo par
mpacto brutal del metal contra mi cue