El Libro Negro: Cuando El Amor Se Convierte En Cero

o rítmico y estéril d

es costillas rotas y una conmoción ce

mi goteo intravenoso, s

ias a Dios -suspiró-.

aspé, las palabras

aciló, sus ojo

bajando la voz-. Dijo que había una situ

tivo

bel

zo que mi pecho se sintiera como s

surré-. El activo

scansar, se

cesito

frenéticas de la enfermera. El monitor se quedó en línea plana con u

re mi bata de hospit

amente dónd

aban en el

siquiátrica, la sección aislada reservada

de observación de una

, envuelta en una manta, sollozando sin

arrando sus manos como si fuera una mu

charlos claramente a través de la rendij

ondré a mis mejores hombres en tu puerta. Te llevaré a

preguntó ell

e su

agotamiento tot

darse sola. Es una Rossi. Tú... tú eres

ared fría, el frío c

es

con

ignificaba s

recía ser salvada porque se suponía

acó su

Nos vamos a Como esta noche. Solo Isab

lg

nte de Isabella con una reveren

a solitaria roda

pié co

ima que derramaría

caminé de regres

pero mi mente estaba cristali

é a m

ohada manchada de sangr

a

onsolar su miedo falso. M

í el n

o era c

acer una última c

upiera exactamente

ir en medio

a principal, y él iba a

oche sola en el hospital, mientras mi esp

cho blanco

-le susurré a la

soy tu