icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

El arrepentimiento de mi ex-marido, mi nuevo comienzo

Capítulo 3 

Palabras:1418    |    Actualizado en: 19/12/2025

a rendija de luz. La empujé más, entrando en la calide

el traje que tenía en la galería. Se había puesto una bata de seda, mi bata de seda, la de color gris carbón que

o. Demasiado relajado. Un olor extraño flotaba en el aire, una mez

olvió el

laré, mi voz plana-. ¿Finalme

a dirección de nuestra recámara. Nuestra

poró, reemplazada por una tensión rígida. Se movió rápidamente, casi frenéticamente

susurro, teñida de preocupac

umbroso vino de detrás

un poco

levándose-. ¿O simplemente term

suavemente, abriendo la puerta lo

preguntar, su voz

ia, igualmente ahog

.. rompí algo. El marco de su fot

oto. Nuestra foto de bodas. La que est

cir palabra, abriendo

is mantas de cachemira. Su cabello todavía estaba húmedo, un mechón pegado a su m

o resonó en la habitación cuando mi palma conectó con su mejilla. Su cabeza s

lo, un suave jadeo es

esconocido, mezclado con el leve olor antiséptico de una venda nueva. En mi buró, los fragmentos d

conducía a mi santuario privado, estaba entreabierta. Podía ver toallas húmedas colgando del borde de mi tina con patas, un ani

subió por mi garganta. Mi ho

ante, acunando a Kalia. Apretó mi

o con una furia que nunca había visto dirigida hacia mí-.

na, rompió mi foto de bodas y ahora se hace la víctima en mi recámara? ¡La qu

, mirándome con a

a limpiarse. No quiso romper nada. Estás exagerando, co

alma para crearlo, era un patio de recreo para su amante. Durante años, había reprimido mi propio ingenio agudo, había limado mis asperezas, para ser la esposa comprensiva que él necesitaba. Había aprendido a ap

na -exigió, su voz baja y a

no caían lágrimas. Todavía no. Solo lo miré fijamente, al ext

z apenas un susurro, pero f

estaban llenas de asco y decepción. Las m

n largo y frus

o, su voz cargada de veneno-. Una

epción. Eso era. Eso era todo lo que yo era para él. Todos los

rio, una vida de lujo y realización artística. Había creído en él cuando nadie más lo hacía. Había

ermitiría este dolor.

ma. Estaba ligeramente amarillento en los bordes. Lo había encont

ellos, el sobre aterriz

s -declaré, mi voz c

esado y sofocante desce

a brotó de Damián. Miró el sobr

te juego? ¿Este viejo truco? -Recogió el sobre, sacudiendo la

timos clavos en el ataúd. Kalia, todavía en

envenida de la agonía abrasadora en mi corazón. El último deste

azón roto. Se lo había presentado, esperando que fuera una llamada de atención. Él se había enfurecido, luego se había arrepentido, rogándome que me quedara

. Y él lo había dado todo por sentado, pieza por pieza, hasta que me vio no como una compañera, sino como un obstáculo. Y con cada transgresión, cada acto de negligencia, me encont

sta vez, no lo estaba poniendo

había quitado antes, en el taxi, el metal frío sintiéndose extraño contra mi piel. Recordé haberl

truco, Damián. Esto es todo. Y no habrá una pró

Obtenga su bonus en la App

Abrir