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Desde la tumba del océano hasta Reina

Capítulo 3 

Palabras:1068    |    Actualizado en: 16/12/2025

Punto d

llándose como una mala película, per

ojos llenos de preocupación por Valeria mientras los míos tod

itaba l

-gritó Bruno, c

pe sordo, un j

heridas anteriores

estaba herid

la vieja Elena, sintió un

a eligió a ella.

ico de Valeria

sangrando! ¡Que

ano ya en la pu

dedos firmes a pesar

ón y la situación con una voz tr

n camino -dije, sin darme

de la ciudad borrosas a través de l

, solo que tenía que

as de Bruno, y luego observé desde detrás de las puertas de cristal

pálido, buscó prim

nublados por los analgésicos, se encon

n, con un delgado sob

se, una pregun

cediendo ligeramente

recibo de pago de su atención, en

dije, mi voz desprovis

con la voz ronca-. Déjame ex

mujer de rostro

cansar. No más emociones. -Me

or estéril del hospi

e golpeó, un alivio contra e

la vieja fondita de fideos en el ca

eneralmente reconfortante, ahor

a, me saludó con u

os que no te veía. ¿Y Bruno

en la garganta. N

ondita, dos niños sin un peso compartiendo un

a para desha

sta noche,

sintiendo mi e

o de siempre en

ta demasiado apre

é mi teléfono. Un recor

mer encuent

e, las palabras

n tazón humeante frente a mí, u

s tu comida para llevar,

lástico rebosante de elegantes recipientes de c

isa burlona juga

or una comida decente. Ya sabes, algo con más... clase. D

no amaba los fideos de Do

osas más ligeras, más frescas. Menos... pesadas. De hecho, ahora le parecen bastante repulsivas las co

e dejé mi

eraban el corazón de la manera equivocada. ¿Y las cosas pesadas? Solía decir que confiaba en ellas, en las cosas con sustancia y peso, para anclarlo cuando todo lo demás

osamente construida flaqueand

no,

algunas personas prefieren la estabilidad a la nove

on de lágrimas, su boca abrié

pisando fuerte, su costosa comida pa

luego colocó una mano r

ña. Algunas personas si

ahora fríos. El h

uedaba era un

as, el sabor ahora insípid

a, una disculpa silenciosa por la escen

olo de nuestros humildes comienzos, ahora se

o, denso con el olor

saciones pasadas, risas compartidas y bes

un recuerdo. Cada la

que ahora e

rito ahogado rom

¡Por favo

ro y estrecho, un lugar que

nte años de navegar por los bajos

ado a mi alrededor, pero alguno

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