La Segunda Oportunidad de la Mate Rechazada
/0/21557/coverbig.jpg?v=5b962a21017528a7891d2bff029c97fe&imageMogr2/format/webp)
bu en un imperio multimillonario, mi esposo, el A
nta doméstica y le entregó mi título de Luna a Nadi
erencia de activos que él, en su arrogancia, ni siquiera leyó, de
scubrí que yo tambi
venenar mi propio cuerpo y romper nuestro Vínculo de Compañeros an
rio de su enemigo mo
acrado y desesperado al descubrir la verdad sobre el emba
dinero; había desechado a una legendaria
barro, encendí mi poder frente a todos y pronun
hazo a ti, Oliver Silve
ítu
ra
eta de cuero con una calma gélida, casi anti
ivos principales de la Manada, una sentencia de muerte
o, sentí que estaba decre
rlo. El clic metálico resonó como un dispa
colina, bañada por la luz de la luna, pero esta noche se sentía ajena. Fría
n tren de carga. La imagen de Oliver, mi compañero, mi Alpha, sonriendo
go rompiéndose irreparablemente dentro de mi pech
os en el pa
e -la voz de Nadia era ag
e verlos. El aroma a bosque y lluvia de Oliver, que antes era mi ref
onas de desafío, marcando territorio, consciente d
erta, conteniendo la respiración
Sus ojos... Dios, sus ojos tenían ese brillo de adoración que yo había mendigado
spierta? Oliver tie
nk*, ese canal sagrado que debería ser exclusivo para
e tu agujero,
sico del Vínculo de Compañeros no consumado completamente, y el aullido de m
la pu
s estaban vacíos, como si observara un mueble viejo. Hizo un gesto desp
a sobre la mesa de
au
si un CEO hablara con una empleada
Manada, pero es hora de que Nadia se
ruel antes de di
partir de ahora, tu rango s
congeló en
su pequeña tribu en un imper
os, buscando dolor físico para anclar mi furi
ela secundaria. Oliver, sudoroso y temblando tras su primer *Shi
aura. Contr
ira tan
inestable. Había renunciado a mi potencial como sanadora. Y ahora, é
enes, Alp
rente de alma, incluso
sumisión, y pasó un brazo protecto
El bebé nece
ilo de esperanza se rompió. Él creía que iba a usar el *Comando de Alpha* para forzarm
o
mi mente estaba en el documento que había gua
en mi habitación, cerran
nsé, levantando muros de acero alrededor d
o construí este reino para ti. Y ahora... voy
nes con el aire rancio de la habi
era sabían que y
con una determinación fría y let