Mi matrimonio forzado con un caballero en coma
vista de
lado santuario se sentía como una peregrinación. Mi corazón, todavía en carne viva por las heridas recientes, anhelaba un cons
l hombre que había estado en coma durante cinco años, el hombre con el que ahora realmente me iba a casar. Mi oración era simple, pero profunda. Recé por su curación, por su eventual paz y por la fuerza para
lor persistente de la traición. Me dolían las rodillas, me ardían los músculos, pero continué,
los, su rostro una imagen de serena devoción, aunque su equipo de senderismo de diseñador parecía burlarse del entorno espiritual. Mi madre, con aspecto
ó de inmediato, una actuaci
después de todos los recientes... malentendidos. -Su voz era dulce, pero sus ojos tenían un brillo triunfante-. Han estado tan
el camino por delante, mis labios formando en sil
un quejido familiar, me alcanzó-. Te ves agotada. ¿Qué estás h
frente a mí, bloq
haciendo todo esto? Es solo una montaña. Te vas
go a mis padres, luego a Adrián, que desvió la mirada-. ¿Están preocupados ahora? ¿Después de
las grandes declaracion
rreglar las cosas. Jimena ha estado tan molesta, tan angustiada. Necesitam
adre, años atrás, sosteniendo mi mano, prometiéndome una vida de protección. *Mi niña, m
ento y la profunda decepción, trazó
so. Mi futuro. El hombre con el que me voy a casar. -Pasé junto
ego, como impulsados por alguna fuerza invisible, comenzaron a seguirme, su
ón ardiendo más brillante que cualquier dolor. Finalmente, llegué al pequeño y antiguo santuario en la
dos por Colberto, Adrián y una impecable Jimena. Mi madre, re
ra, ¿qu
e puso blanco. Vio el n
a máscara de furia-. ¿Hiciste todo esto... por él? ¿Por ese hombre en coma? ¡Increíble! ¡Estás deshonrando a est
pio rostro pálido, d
. por qué lo elegirías a él en lugar
ndíbula apretada,
el centro de atención. Incluso ahora, tratando de
iento por lo que me habían hecho, sino con