icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Mi hermana me robó a mi compañera y se lo permití

Capítulo 9 Capítulo 9 Maldito sádico

Palabras:2144    |    Actualizado en: 10/12/2025

vista de

ad no me

ensión bajo la superficie que

e pasara el jarabe y la mantuve cuando Kieran me pidió la mantequilla

a por mí nunca se extendiera hacia nuestro hijo. Así que, incluso s

nado todos juntos. Hacerlo ahora, después de divorc

los panqueques y huevos que yo había preparado con tanto entus

a prepararse para la escuela, rechazando mi ayuda. -¡Ya tengo

iera significado quedar atrapada en m

ato vacío de Daniel. Kieran también se movió,

una mirad

brazo herido -explicó, tomando mi p

caminar hacia el fregadero, pregun

utado una comida que yo le cocinara, que nunca

bían sido avisos fríos sobre cuándo llevaría a Daniel a re

su indiferencia, a ser un

quí estaba en mi cocina, lavando los platos como s

mesa de madera. Me hundí de nuevo en mi silla, observando la espalda de mi exesposo mientras

a, una versión de él que

n su metro noventa y tres centímetros, se elevaba sobre casi todo y todos. Además, su cuerpo estaba cubi

riente: la esposa cocinando, el esposo lavando, tal vez yo deslizando mis braz

é la mirada, sintiendo que mis mejillas me quemaba

arlo, aunque no era como si alguna

niño, poniéndose su mochil

risa y me levanté d

evaré a l

de aire mientras me giraba hacia Kieran. -Soy capaz de llevar a mi hijo

ro deberías descansar

nte los últimos diez años, Kieran apenas había reconocido mi e

Me rodeó la cintura con un brazo y yo, sin pensarlo, apo

ré. -

forcé a mí misma a

ió asintie

aba conciliar el sueño. Mi mente seguía llevándome a mi mañana llena de eventos extraños, hasta qu

fuerza. Dirigí la mirada al r

ión yacía en la mesa de

n la barra de búsqueda del nav

ad se despertó más y más a medida que leía. Había sido fundado hace diez años. La FDS había crecido con rapi

instalaciones y testimonios de lobos que se habían

da la información: era esperanza. Una sensación d

de la tarjeta a mi teléf

tado pensando y me encantaría

*

e -concluyó Lucian, agitando el brazo alr

mí misma, observando el

No nos habíamos molestado en ver el ala administrativa del edificio. "Son

Me mostró el Foso Central, una arena hundida con paredes de piedra natural para escalar y sal

ntención y meditación para ayudarles a controlar sus poderes. Ahí, había una intrincada pista de carrera

de musgo, zonas climatizadas y pozos de fuego

Todo esto hacía a Lucian Reed la persona más notable que jamás había conocido por

aire libre, reforzado con acero y obsidiana. Lucian me explicó que el suelo acolchado absorb

levantaban alrededor del perímetro, lo que permi

maginé a una multitud rugiendo, animando a la ge

sobre todo para seguir el progre

do esto es..

ca has estado en una instalación de en

ento por no tener una loba. Como era de esperarse, nunca había sido parte de las

s son diferentes a

omo estamos ubicados en territorio neutral, muchos lobos de otras manadas también vienen a entrenar

que mi esperanza crecía aún más. -Entonc

y amable. -Yo mismo t

n los ojos

ió a medida que estiraba mi cuello hacia atrás

rías algo así? Eres un Alfa, ¿no tie

risa. -¿Importantes? Sí. ¿Más imp

la opción menos importante para el resto,

untó-. ¿Lista para

aque de los renegados, pero mi herida había sanado bastante bien. Ya me habían s

volvería a estar en una posición vulnerable

jando salir el ai

*

lobos débiles y les hacía visitas a s

dor era un m

té una mano a medida que mis rodill

í. Sus botas de combate golpeaban el suelo a

cada una dividida por puertas corredizas de vidrio unidireccional donde se llevaban a cabo los

z era irreconocible: ahora era dura y sin

a medida que me doblaba y trat

ejercicios suicidas: sentadillas en la pared, burpees, gateo de oso, lagartijas, planchas y mi maldita perdición: caída y recuperación controlad

a mí y medio jadeé, medio gruñí.

éndome. Su máscara del entrena

a -confesó con la voz rebosante de orgullo-. Estoy

penetraba mis oídos y sentía como si tuviera el co

dio. -

o. -¿Entonces no quieres

a y rodé en el suelo, cayend

empapada por completo. Cada músculo de mi cuerpo gritab

mi cabeza, apoyando sus man

-me recordó-. Imagina lo fuerte q

o sus ojos azu

enalina me inundó. Me gustaba la idea

erda está

ó de golpe. Me incorporé como un resor

¡

ando el lugar donde habíamos chocado. -¿Estás

í.

ndo miré hacia la izquierda, en dirección al intruso,

alas de entrenamiento, se encontraba Kieran. Tenía

onios ha

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Capítulo 1 El error2 Capítulo 2 Capítulo 2 Frío y vacío3 Capítulo 3 Capítulo 3 Todo lo que quiero4 Capítulo 4 Capítulo 4 ¿Cuál es la prisa 5 Capítulo 5 Capítulo 5 El funeral6 Capítulo 6 Capítulo 6 Mirada gélida7 Capítulo 7 Capítulo 7 Relación tensa8 Capítulo 8 Capítulo 8 Fuera de las Sombras9 Capítulo 9 Capítulo 9 Maldito sádico10 Capítulo 10 Capítulo 10 Una combinación peligrosa11 Capítulo 11 Capítulo 11 Duelo de machos12 Capítulo 12 Capítulo 12 La horrible oscuridad13 Capítulo 13 Capítulo 13 Ya estás a salvo14 Capítulo 14 Capítulo 14 En todos estos años15 Capítulo 15 Capítulo 15 Una enorme montaña rusa16 Capítulo 16 Capítulo 16 Exes o enemigos17 Capítulo 17 Capítulo 17 A miles de kilómetros18 Capítulo 18 Capítulo 18 Compañero de hospital19 Capítulo 19 Capítulo 19 Una planta muerta20 Capítulo 20 Capítulo 20 La ley de la elasticidad21 Capítulo 21 Capítulo 21 Ex celoso22 Capítulo 22 Capítulo 22 Punto de quiebre23 Capítulo 23 Capítulo 23 Lo arruiné todo24 Capítulo 24 Capítulo 24 Tres minutos25 Capítulo 25 Capítulo 25 Promesas rotas26 Capítulo 26 Capítulo 26 Padre fracasado27 Capítulo 27 Capítulo 27 El arrepentimiento28 Capítulo 28 Capítulo 28 Digna de celebrar29 Capítulo 29 Capítulo 29 Desagradable pero encantadora30 Capítulo 30 Capítulo 30 No en mi guardia31 Capítulo 31 Capítulo 31 Aunque la mona se vista de seda32 Capítulo 32 Capítulo 32 Mi Luna33 Capítulo 33 Capítulo 33 Detrás del velo34 Capítulo 34 Capítulo 34 Algo destinado35 Capítulo 35 Capítulo 35 Eso fue fuerza36 Capítulo 36 Capítulo 36 ¡Increíble!37 Capítulo 37 Capítulo 37 Peleando contra un dragón38 Capítulo 38 Capítulo 38 Poder y fuego39 Capítulo 39 Capítulo 39 Envíalo por FedEx40 Capítulo 40 Capítulo 40 Bajo la luna llena41 Capítulo 41 Capítulo 41 Jugando a la Cenicienta42 Capítulo 42 Capítulo 42 Una mujer feroz y luminosa43 Capítulo 43 Capítulo 43 Curitas de Bob Esponja44 Capítulo 44 Capítulo 44 La gota que colmó el vaso45 Capítulo 45 Capítulo 45 ¡No me jodan!46 Capítulo 46 Capítulo 46 Tal para cual47 Capítulo 47 Capítulo 47 La piedra de la verdad48 Capítulo 48 Capítulo 48 Sospechas y dudas49 Capítulo 49 Capítulo 49 Olvídalo50 Capítulo 50 Capítulo 50 Una esperanza frágil51 Capítulo 51 Capítulo 51 Memoria muscular52 Capítulo 52 Capítulo 52 Combinación mortal53 Capítulo 53 Capítulo 53 Toma mi lugar54 Capítulo 54 Capítulo 54 Un puto show55 Capítulo 55 Capítulo 55 Terapia de compras56 Capítulo 56 Capítulo 56 Testosterona y agresión57 Capítulo 57 Capítulo 57 Borrón y cuenta nueva58 Capítulo 58 Capítulo 58 Más brillo que cerebro59 Capítulo 59 Capítulo 59 Mi familia es un asco60 Capítulo 60 Capítulo 60 El desfile de Celeste61 Capítulo 61 Capítulo 61 Opresión azucarada62 Capítulo 62 Capítulo 62 Una emboscada63 Capítulo 63 Capítulo 63 Puro teatro64 Capítulo 64 Capítulo 64 Maquillaje sobre un moretón65 Capítulo 65 Capítulo 65 El beso66 Capítulo 66 Capítulo 66 Un fantasma67 Capítulo 67 Capítulo 67 Carbohidratos y alcohol68 Capítulo 68 Capítulo 68 Primera cita69 Capítulo 69 Capítulo 69 Acosador loco70 Capítulo 70 Capítulo 70 Señal de advertencia71 Capítulo 71 Capítulo 71 La maldita ironía72 Capítulo 72 Capítulo 72 Brillo de lobo73 Capítulo 73 Capítulo 73 Al borde del precipicio74 Capítulo 74 Capítulo 74 Efecto puente colgante75 Capítulo 75 Capítulo 75 Día de Spa76 Capítulo 76 Capítulo 76 Más desconocidas que hermanas77 Capítulo 77 Capítulo 77 A corazón abierto78 Capítulo 78 Capítulo 78 Vacaciones familiares79 Capítulo 79 Capítulo 79 Equipo Lucian80 Capítulo 80 Capítulo 80 Ojos de enamorada81 Capítulo 81 Capítulo 81 Mareada82 Capítulo 82 Capítulo 82 Peligrosas e inútiles83 Capítulo 83 Capítulo 83 Entre el deseo y el desprecio84 Capítulo 84 Capítulo 84 Purgatorio85 Capítulo 85 Capítulo 85 Como una familia86 Capítulo 86 Capítulo 86 Viejos hábitos87 Capítulo 87 Capítulo 87 Ya lo superé88 Capítulo 88 Capítulo 88 Aterrador y abrumador89 Capítulo 89 Capítulo 89 Demasiado lejos90 Capítulo 90 Capítulo 90 Ardiente, desesperado y deseoso91 Capítulo 91 Capítulo 91 Un vacío punzante92 Capítulo 92 Capítulo 92 Una lluvia torrencial93 Capítulo 93 Capítulo 93 Duelo y deber94 Capítulo 94 Capítulo 94 Un monstruo grande y feo95 Capítulo 95 Capítulo 95 No más cortesía96 Capítulo 96 Capítulo 96 Deja de fingir97 Capítulo 97 Capítulo 97 Amada y apreciada98 Capítulo 98 Capítulo 98 La mejor fiesta de la historia99 Capítulo 99 Capítulo 99 Noche de chicas100 Capítulo 100 Capítulo 100 Segunda cita