El último y amargo adiós de mi corazón
NA SA
, el sonido resonando en el repentino silencio. Mi cuerpo gritó
do-, transferiré mi participación mayoritaria en InnovaCorp a
detrás de él. Su rostro era una máscara de incre
?! ¡¿Sabes lo que estás haciendo?! ¡E
por el pelo, sus
mente regalar el t
xtenso jardín donde Elías y Débora reían, persiguiendo mariposas. Una visión de felicidad doméstica de la que nunca
mi voz, a pesar de mis esfuerzos por reprimirla. Mis ojos, aunque secos, se sentían
Arrepentimiento? No podría decirlo. Abrió la boca, luego la cerró, sus hom
gidos, y me alejé, dejándolo solo en el comedor, el acuerdo pren
ad, mi inexplicable calma, claramente lo desconcertaban. No entendía. No podía. Pensaba que estaba siendo desinteresada, o qui
i paz, pero no la tormenta que se gestaba bajo la superficie. Vi
ificó con cada paso. Mi rostro, lo sabía, mantenía una expresión serena, casi distante.
u arrogancia habitual había desaparecido, reemplazada por una vulnerabilidad cruda que nunc
on la vida de arrepentimiento que había planeado meticulosamente para él. Mi calma lo inquietaba, una amenaza silenciosa que no podía desci
una carga que finalmente se estaba desprendiendo. Mi v
mente construido. Mi calma exterior lo inquietaba, una premonición de algo que no po
promesa silenciosa del caos que estaba por venir. Mi voz, s