El Monstruo Detrás de Su Máscara
ista de So
almente tan sereno, visiblemente se estremeció. Miró a su abogado, luego a Val
cualquier acusación de infidelidad. Esta es una acusación sin fundament
rmullo bajo. Los reporteros, que habían abarrotado la g
za, su mazo golpeando bruscamente. El murm
de el fondo de la gal
rruinar al pobre Mateo. ¡Oí que empujó
oz int
era puede darle hijos, ¡pero
relaciones públicas de Mateo, me habían pintado como la villana. Una espos
mazo de nuevo, sus
echo a una audiencia justa, libre de prejuicios públicos. -Miró deliberadament
ió haci
gunta directa. ¿Admite las acu
ndo y bajando. Miró a Valeria, que lo miraba con ojos gr
o su juicio. Está tergiversando las cosas. No hubo ninguna aventura. Valeria es una empleada, nada más. Mi esposa encontró un gato callejero y, de alguna manera, este
personas negaron con la cabeza, claramente comprand
ada sentada a su lado es solo un producto de mi imaginación, señor Varg
de Mateo
xactamente de lo que estoy hablando. Necesita ayuda, no un divorcio. -Miró a sus padres, quienes asintiero
asiento, su mano yendo instintivamente a su vientre. Su voz er
no poder... no poder tener hijos propios. -Lanzó una mirada compasiva en mi dirección-. Pero está tergiversando la verdad. Mateo es un buen hombre. Un hombre amable. Me a
pirando temblorosam
todo, dejarlo sin nada. Es una mujer ambiciosa y vengativa, Su Señoría, que no se detendrá an
os eran un frenesí de clics y flashes. Sus titulares para mañana se estaban escribien
onrisa triunfante ju
a pasar por alto tu locura, tu crueldad. Es una buena mujer. -Se inclinó hacia adelant
n mi cara. Sin embargo, una extraña calma se apoderó de mí. Su vitriolo, sus mentiras descaradas, su satisfacción
a la jueza. Una sonrisa lenta y esc
una mujer, luego niega al niño, mientras manipula a su esposa para que piense que está loca. -Hice una pausa, dejando que la implicación flot
la jueza, mi vo
La ha evadido, desviado e intentado pintarme como mentalmente inestable. -Tomé una
n destello de algo
preparada para presen
Y le aseguro que no dejará ninguna duda sobre la infidelidad del se
o. Los ojos de Valeria se abrieron, un destello de miedo genuino reemplazan
a recorriendo la silenciosa habita
e su asiento. Caminó hacia la pantalla de proyección, una memoria USB en su man
e, reemplazada por un horror creciente. Lo sabía. Sabía que ten