El Monstruo Detrás de Su Máscara
ista de So
agarre sorprendentemente fuerte. Mi muñeca, todavía
os oscuros con una furia posesiva que no hab
que se sentía más pesada que la niebla de la mañana. Mi mente corría, tratando de procesar la descarada crueldad de
ostros sombríos. Los padres de Mateo, Leonor y Ricardo, parecían furiosos. Mis padres, Sara y Marcos, parecían aterrorizado
? -exigió Ricardo, señaland
eca, evitando la
no está bien. Está haciend
furiosa mirada hacia mí-. Y esto -pinchó con un dedo manicurado los papeles del divorcio-, esta demanda de liquidación. ¿E
ía-. ¿Te refieres al accidente que me dejó in
cuidó hasta que te recuperaste! ¡Pagó por todo! ¡Te dio una vida de lujo
n incómodos. Mi madre
ensa en lo que estás haciendo. Esto es demas
razada a otra mujer. Me manipuló durante años, haciéndome creer que estaba
evidencia de que Mateo te engañó. ¿Crees que unas cuantas fotos en un telé
rlas. Quiero el divorcio. Y quiero lo que es justo. Si él fue quien rompió el
perderlo todo. El pensamiento reson
encio, escuchando a sus padres
¡Solo no sigas con este divorcio! ¡No arruines todo lo que tenemos! -Parecía desesperado, sus o
ltimos años, mucho más allá de lo que declaraba públicamente. Tenía cuentas en el extranjero, empresas fantasma. Había visto suficientes papeles, suficientes atisbos de sus negocios a l
momento, so
reció co
n podr
sorprendentemente sereno, una sonrisa recatada en su rostro. Su m
ojos abiertos e inocentes-. Es que... escuché todos los gritos. Estaba preocupada por Mateo. Y que
Leonor y Ricardo intercambiaron una mirada, su fur
pués de que arrojaste un gato a un contene
leria se llena
an estresada con el embarazo. No fue mi intención. -Miró a Mateo, su lab
aso adelante, poniendo su
tá embarazada. No debiste
Acaba de admitir que arrojó u
ono-. ¡Y tú me estabas gritando y empujando! ¡Mi bebé ca
orrió haci
los, ¿es
so por la desaprobación-. Estás causando un
se lanzaron al rostro de Mateo, evaluando su reacción. Y su "pánico" anterior, cuando arrojó al gato, fue demasiado
impatía dirigida a ella-. Diles. Diles cuánto
resquebrajó, solo por un segundo. Miró a Mateo,
ra, mi madre-. Sofía,
azada inocente" es la amante de Mateo. Vivía al lado de nosot
ía que podría desmayarse. El rostro de Ricardo era una másc
vo, pero esta vez, parecía menos dolor y más
lo de acusación-. No... no puedo creer que seas tan cruel como para tratar de arruin
ió, con la intención de herir, de
pidamente. Acercó a Valeria, su mirada r
nior. Claramente está encaprichada, y he tratado de decepcionarla suavemente,
departamento de al lado, Mateo! ¡El que alquilaste para ella!
soportas que Mateo encontrara la felicidad, un futuro, una familia con alguien más! -Se volvió hacia Leono
lmente encontrando su voz-. Mateo, ¿es e
ndose frenéticamente entre
. complicado. Ella afirma qu
escabullirte todas las noches mientras yo me recuperaba de tu accidente? ¿Después de q
a -replicó Mateo, su voz t
o -respondí-. Un símbo
e fragilidad-. Sofía solo está tratando de destruir a Mateo. Es envidiosa. Siempre ha estado celosa de
ubló por un momento, una ola de rabia vertiginosa me invadió.
guda y resonante resonó en la habitación silenciosa. La cabeza de Valeria se giró
No te atrevas a acusarme de eso. ¿Quieres hablar de mi futu
, convirtiéndose rápidamente en una rabia incandescente. Mis padres jadearon. L