icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

El Monstruo Detrás de Su Máscara

Capítulo 3 

Palabras:1517    |    Actualizado en: Hoy, a las 09:26

ista de So

ria cruda e inalterada que v

ojos, usualmente tan calculadores, estaban salvajes, llenos de odio. Tropecé, agarrándome del borde de la mesa de ce

ó hacia Valeria, su com

tro entre sus manos, sus pulgares rozando suavemente la marca roja qu

triz, se disolvió en l

r tu bien. Y me atacó. No sé qué hice mal. -Enterró su rostro en su hombro, su

de su cabeza. La mirada en sus ojos era una que nunca an

ofía -ordenó, su voz ba

mi sangre helándo

? ¿Por defenderme de su calumnia? Se lo

su rostro con

aleria, acercándose a mí-. ¿Qué te ha pasado? Esta n

ismo, con fuerza, en la cara. El agudo chasquido resonó en el silenci

a. ¿Estás satisfecha? ¿Vas a detener esta locura ahora? Por favor, cariño, para. No sé qué te pasa, pero te conseguiré ay

suplicantes, rebos

aré cualquier cosa. Solo por favor, no me dejes. No tires por la borda todo lo que hemos construido. -Su

e irrevocablemente harta. -Lo miré, mi mirada inquebrantable-. No te amo. Te odio. Me siento asfixiada p

Leonor y Ricardo intercambiaron miradas de asombro. Su

ra de furia aristocrática,

Discutiremos esto más tarde. -Me lanzó una mirada de puro odio-. Te arrepentirás de esto, Sofía. Te q

edaron atrás, sus rostro

ón-. Has ido demasiado lejos. Vas a quedarte completame

udió la cabeza, s

también se fueron, sus pasos pesados

a libertad. Libertad de las mentiras, de la sofocante pretensión de una

iante, que esto sería una guerr

bido de la computadora era un bálsamo para mis nervios crispados. Había pasado los últimos días, a raíz de descubrir la presencia de Valeria, instalando en secr

pasado a la consultoría de seguridad. Era discreto, eficiente y me debía un favor. Había estado investig

de pantalla de transferencias bancarias y datos de ubicación. El investigador privado era minucioso. Mis dedos v

laptop de golpe, mi corazón martilleando contra mis costillas. M

iendo? -pregunt

más aguda de lo que pretendía. Traté de p

, los bocetos de diseño. Se detuvo junto a mi mesa de dibujo, donde un renderiz

atando de destruirme? ¿Nuestra vida? -Se volvió para mirarme, sus ojos llenos de una tristeza familiar que s

sica. Siempre lo eran. Conocía mi herida

rabia reprimida-. ¿Porque no puedo darte un hijo? Dime, Mateo, ¿c

ás atrevida, a pesar de mis súplicas de precaución. El crujido enfermizo de la nieve, el dolor abrasador, los largos e interminables meses de

lmente enterrada bajo capas de encanto y a

había cerrado, no bloqueado, emitió un sua

dos y depredadores, se fijaron en la pantalla. El pequ

op. Lo empujé, pero era más fuerte, impulsado por el pánico. Sus de

No cualquier sonido, sino su voz

... no es como tú. Tú estás tan viva, tan salvaje. Ella está rota, Valeria. Después del accidente

e Valeria, ronc

De verdad? Porque tus besos c

eo de nuevo,

Simplemente ya no me excita. Es una carga. Pero

aición. Cada sílaba fue un martillazo en mi corazón, en mi ser. M

ver un fantasma. La grabación continuó, su voz, tan íntima, tan amorosa, para otra

temblando, pero yo fui más rápida. S

Rota? ¿No la mujer de la que te enamoraste? -Lo miré, realmente lo miré, y vi al monstruo debajo de

Obtenga su bonus en la App

Abrir