Mi Boda, Su Más Grande Error
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CUEVA
do de novia, a solo unos días de casa
a de bodas recibió una lla
me acaban de llamar para cambiar el nombre de la
que vi a Mauricio arrodillarse en
nuestros amigos: "Alexia es mi ob
y sus amigos simplemente se dieron la vuel
ba robar mi fecha de boda, mi salón y
que aceptaría posponer todo para que él
ó. Fui con mi p
boda. Para la misma fech
ítu
extrañamente firme, "quiero que arregles mi bo
. Me miró con los ojos muy abiertos, una mezcla de shock y confusión. "¿Qué... qué dices, Alexia? ¿Antonio Díaz? ¿No
duda en mi tono. Mi decisión estaba tomada, tallada en p
tara de descifrar un enigma. "Si estás segura, hija mía... entonces así será", murmuró, con una resignación que me pa
Mi corazón, un amasijo de dolor y determinación, latió con una fuerza extraña. Er
el día más feliz de mi vida. El día en que me convertiría en la
cámaras de la revista de novias parpadeando a mi alrededor. La mujer del espejo era hermosa, sí. Radiante quizás. Pero yo, la
ra, sus manos ágiles ajustando un último pliegue.
llegó a mis ojos. Una son
rmullo bajo, íntimo. Demasiado cerca, demasiado íntimo para ser solo un "asunto de neg
hablar, su voz, antes alegre y llena de entusiasmo, se volvió tensa, casi imperceptible. Se disculpó y
llamar para cambiar los nombres en las invitaciones. Dic
xplosión, cada sílaba disolviendo el aire a mi alrededor. Mi corazón dejó de latir. E
ofetada. Una humillación pública an
hace solo dos semanas. Mauricio se arrodilló, no ante mí, sino ante ella. En medio de nuestra supuesta fie
la sangre, resonaron: "Alexia es demasiado blanda, demasiado predecible.
ca, cariño. Alexia es solo un pasatiempo, una distracción. Siempre lo supe." No era
lashes, todo se convirtió en un torbellino infernal. La risa de Ida, el beso
Su voz, llena de incertidumbre, me preguntó: "¿Seño
nzó a reemplazar el dolor. Mauricio creía que me conocía. Creía que me había roto. Per
reserve el salón de al lado. Quiero la misma decoración. Exactamente
eó. "¿Exactamente la m
el horizonte. "Y el nombre del n
entonces, la puerta del probador se abrió.
Su perfume, una mezcla de sándalo y un rastro floral que
¿era una mercancía? ¿Un t
voz teñida de una falsa pena. "¿Puedes creerlo? Han surgid
unzada de amargura. Él pensaba que era estúpida. Él pensa
da. Quería robar mi triunfo, incluso mi d
do con amargura. Era una s
ción. Una luz de alivio se encendió en sus ojos. Me besó en la frente. "Sabía que lo entender
una cáscara sin alma. Cada palabra era una mentira