La obsesión secreta de los Alfas
vista d
floja!", e
r boca abajo y me puse su almohada sobre l
anoche invadían mi mente, causándome un dolor en los musl
tir tan viva como Knox! Me enojaba muchísimo que el varón que había lograd
, gimió Lilly, j
is pezones se endurecieran aún más contra la
o!", se quejó Lilly, con una brusquedad en su tono qu
nzando la almohada en dirección a s
utora. Agarré la taza que me tendía, mientras los últimos restos de m
arás enfermando, ¿verdad?", resopló, dando
u mejor amiga es un poco enfermizo!",
o un sorbo de café e ignorando a mi melo
illy, mirándome mientras me tendía un espe
sobre la cama, sin necesidad de verme, pues sabía que estaba ru
la! ¡Me refiero a la forma en que abriste las piernas y dejaste que él restre
me la taza de café de las manos antes de que se me cayera. Luego, col
imaginas?", continuó mi loba, haciendo que me sonro
n Sage para poder concentrarme y calmar mis
rostro de Lilly me d
iendo la cabeza ante las imágenes que mi
humanos, ¿verdad?", me preguntó mi a
e he mentido! No me parece bien hacerlo ahora", le dije a Sage con culpabilidad
sde que salimos de la habitación de Knox, ¡era lo único en lo que podía pensar! Y,
y era su gran día. Llevaba soñando con ese momento desde que la conocía: encontrar a su pareja, hacer
orma más pura de amor, confianza y seguridad,
algo de una sola vez! No importaba lo glorioso que su pene se sintiera contra mí. Con
o supero ver a Mike y a esa fulana en mi cama! ¡Eso es todo!", expresé
azo de mierda! ¿Quieres que les pida a Kno
lté una risa nerviosa, y la agarré de las manos pa
, agarrando la almohada y lanzándosela con una ceja alzada. "¡Y no es que a tus hermanos no les guste un buen chisme, o que le
entre dientes, devolviéndome la almohada mientras se levanta
cupan por ti, Charlotte, ¡pero te ven como una hermana pequeña! ¡No tolerarán s
acciones, esperando a que mostrara la
esto!", gruñó Sage, abriéndose paso a través de la barrera mental que yo había levantado. "Aunque... e
é, ignorándola como antes mientras ayudab
el Alfa Leigh se había asegurado de que nadie viera a su hija hasta la cere
, cuando llegamos a las puertas
ealeza, lo cual era apropiado dado que estaba emparejada con el heredero de la Manada Prado, que mantenía antiguos laz
mpedrado, y arriba, suspendidas como guirnaldas, colgaban las impresionantes enredaderas de jazmín blanco y azul que sabía que nuestra Luna había enviado especialmente para hoy, queriendo mostrar resp
sionante", dije
ntró. Sus ojos se posaron en su hija y se empañaron de lágrimas al
a de Lilly con la mía al ver al hombre intentando no llorar
, girándose despacio para mostrarle
el escudo de la manada estaba bordado en el azul celeste característico. Por otra parte, la espalda estaba abierta, mostrando su hermosa piel bronceada, y unas líneas de cristales, de nuevo en el color azul celeste característico, recor
ciones. Acto seguido, me escudriñó con una cálida sonrisa y contempló mi vestido, conteniendo una risita, antes de b
deportiva y en el gimnasio. Cuando tu padre es el B
narla para que se pusiera el vestido!", espetó L
tó él, riéndose entre dientes, tirando de su hija e
Charlotte!", contesté, con u
hombre entre risas, sacudiendo la
", solté, con una
un minuto con mi bebé antes de...", susurró el alfa, a quie
jilla de mi líder. Era como un segundo padre para mí y verlo tan abrumado al observar a Lilly er
. Al toparme con una forma sólida y un aroma familiar, gemí e
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