La obsesión secreta de los Alfas
vista d
ó Knox, con los o
Alfa, así que probablemente nunca había suplicado por nada, ¡y mucho me
éltame", declaré co
so incluía a Mike y a los malditos gemelos! Alcé una ceja y esperé a que terminara cual
aderas. Era evidente que n
cho!", se quejó Sage
a ese tipo que no era una de sus fanática
ombres siempre quieren lo que no pueden tener", espeté,
perfecta, ¡pero no supl
ue envolvía mi cuerpo y, sin disimular su hambre, se
ación de poder. Hacía tanto tiempo que no sentía
idea cruzaba por mi mente. Llevaba años soportando sus provocaciones, br
reto!", me
bros y dejé que el delicado encaje se deslizara hacia abajo, lo que hizo que mis chichis rebotaran libres. El
poyé en sus piernas con una mano, mientras deslizaba la otra entre mis muslos, antes d
Knox, mientras yo me m
modó entre mis muslos: era tan grande que me separó mucho las piernas y me sentí incómoda. Al instante sigui
teé, con los ojos fijos en los orbes azul ciel
uietante. Él inclinó su cabeza hacia mis pezones y su lengua aso
ojos se oscurecían y sus labios se curvaban. Lo siguiente que supe fue que un gruñido salía de su pecho. Decidi
ono negro del iris de su lobo, supe que lo había p
los labios mientras sus ojos ba
e!", le chi
o mejor que eso!", r
o en mi excitación por su labio inferior. Luego, mordiéndome el lab
amerlos hasta que estén duros contra mi lengua, y tú supliques que los muerd
da!',
é! ¡Déjalo hacerlo! ¡Por favo
erlo, yo también lo deseaba. Quería a ese hombre, y por la expresió
lamían. Eventualmente me dolieron y yo anhelé más que la suavidad que me ofrecía. Mis gemidos llenaron la habitaci
hogada en lujuria, me negaba a dejar q
a boca, ¡no dije nada d
i cabeza. Luego, volvió a concentrarse en mi pezón, provocando lenta
mos. Y, a juzgar por cómo su pene palpitab
lo. "¿Dónde demonios se metió?", gimió al p
la había cagado! Estaba acostada en la cama del hermano de mi mejor amiga, entre sus piernas, mientras él estimulaba mi
ras mi lujuria se convertía rápidamente en odio. "¡Es
ispuesta, y si mi amiga no hubiera interrumpido, ¡no
as yo escapaba de su cuerpo, volviendo a colocarme los t
sangre?", gruñó Kno
cí el ceño, ¡pues ese era de mis favoritos! ¿Cómo no me ha
irándolo por última vez. "¡Esto nunca pasó!", sentencié,
Lilly. Al ver que ella seguía buscándome, aproveché para meter
entras se frotaba contra las paredes de mi mente com
y lima borrara no solo el olor de ese hombre, ¡sino también los recuerdos! Sin embargo
la piel en carne viva. No me detuve hasta
espetó ella, mientras se subía al l
segundo, ¡decidí
!", empecé, tomando aire y gimiendo, pues todavía podía percibir su olor en mí. "¡
i gran día?", contestó entre risas, poniendo
mientras le soltaba otra mentira descarada. Sage y yo estábamos
durmieran antes de poder irme!", mentí, esperando que eso explicara por qué
a los ojos?", preguntó entre carcajadas, antes de agacharse y sacar el bote de gel de ba
i noche, pero en lugar de eso, me quedé con una sensación incómoda que me revolvía el estómago. Algo me dec