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El primo, el ceo y mi hijo

Capítulo 5 Cinco Años Después

Palabras:1073    |    Actualizado en: 01/12/2025

e ellas. La Astrid de diecinueve años, virgen y desesperada, se había desvanecido. En su lugar, yo era una mujer de v

n el sector norte, estaba en su fase más crítica. Era un laberinto de permisos, ingeniería compleja y política. Y yo lo dominaba. Mi

cen bup bup? -La voz dulce de L

jos increíblemente grandes y curiosos. Era mi luz y mi desafío. Ser madre soltera y directora de pr

ije, volviéndome para sonreírle. Estábamos en la oficina a una hora inusual; la n

oques bajo la atenta mirada de mi asistente, Verónica, q

refugio, un lugar donde mi mente aguda y mis cuatro idiomas eran

l fundador se había retirado abruptamente, y los direct

Arcadia Global había sido adquirida por un misterioso holding europeo de ingeniería

la firma adquiriente, o a un barón de la construcción que venía a desmantelar la operación latinoamericana. El mied

Era mi contacto e

unicado? -preguntó la v

lunes a las nueve. ¿Hay alguna info

estructuración viene impulsada por un grupo de desarrollo de Berlín.

ano deslizándose instintivamente hacia el bolsillo interior de mi blazer. Yo había creído que ese capítulo es

mi vida profesional y, potencialmente, mi pasado personal ch

campeón -dije, re

nde que va a hacer bup

bre grande. Pero esta vez, mamá va

l nuevo CEO como un peso incómodo que

red marcaba exact

ctores estaban reunidos en la sala de juntas, a excepción de mí. Sabía que la llegada del nuev

en el área de descanso adyacente, un pequeño office que había convertido en una zona de juegos t

o. No había habido un anuncio, ni el sonido de un ascensor

a niñera en una hora, pero no quería que el niño se aburriera

or Lucas. ¿Alguna

s abiertos por la tensión. -Absoluta

ina. Al acercarme, noté un silencio inusual en esa zona. Los ingenieros, que normalmente discutían

é la esqui

perfectamente cortado, y su postura era la de alguien que no estaba impresionado por el ambiente. Era alto, de hombros anchos. Su cabello era ligeramente más clar

n. Nadie lo había escoltado. Simplemente estaba a

mesa de dibujo. Había abandonado sus bloques y estab

ncia. Su mirada se encontró primero con Lucas. El n

aló uno de los planos que e

ñol, con su voz infantil-. ¿E

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