El primo, el ceo y mi hijo
cortinas raídas del hostal. Mi cabeza palpita
era de mi madre, se enroscó en mi pecho. Intenté levantarme sin despertarl
edor de mi cintura, tirando de m
y adormilada en un alemán perfect
uaves besos sobre la parte superior de mi espalda. Eran pequeños toq
ilidad que habíamos compartido. Me di cuenta d
mi vientre y luego más abajo, buscando el calor de mi entrepierna. Su toq
rme suavemente, y nos miramos a los ojos. Ya no había
besando mi cuello, mi pecho, y se detuvo. Yo observé, sintiéndome vulnerable pe
s. Esto era un territorio desconocido, algo que ni
suave toque de su barba rozando mi vulva. Su boca me cubrió, y u
e, explorando cada pliegue, cada punto sensible de mi clítoris y mis labios. Yo me arqueaba en la cama, mis manos se enredaron en su cab
tenía completamente a su merced, y la sensación de abandono era liberadora. Er
usurró, con su voz am
gasmo explosivo, largo y profundo, que sacudió la cama. Era más lento y
nuevo y se deslizó entre mis piernas, penetrándome lentamente. No hubo dolor, solo la glori
ró. Él me miraba a los ojos, una conexión profunda y
creí en esa mentira dulce
Se desplomó sobre mí, su aliento caliente en mi cuello. Nos q
arse a mi lado. Me acurruqué contra su pecho, exha
Lo encendí y la pantalla se iluminó, con una avalancha de
pleto. Es crucial que regrese a la ciudad en las próximas 24 horas para firmar los document
alde de agua fría.
endo la mirada de él en mi espalda. Él se había lev
ó, su voz ahora comp
y grosera-. Hay un problema legal. Tengo que
r mis cosas, evi
ra-. Gracias por todo. Por el bar...
completamente desnudo.
incredulidad-. ¿Después de lo que acabamos de
ería ataduras. La única forma en que sabía interactuar con
ca seca. La forma en que estaba erecto en l
o llevé a mi boca. Era torpe. Mis labios no estaban acostumbrados. No
firmeza que me hizo saber que, aunque el gesto era torpe,
forzándome a ponerme de pie. Su rostro estaba
na esto -dijo, su aliento
rostro en
anoche no fue un pago. Fue
Sacó su billetera y extrajo una tarjeta de presenta
a vez necesitas un lugar donde esconderte de verdad... o u
g." No era una invitación de trabajo, era una línea de vid
rré, sintiendo una punzada de pérdida
mo beso en la frente, suavemente
id. Ahora tienes
a. Me fui con una acta de matrimonio por anular, la sensación de un despertar sexual,