Él los eligió, y lo perdí todo
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, luchando con uñas y dientes para construir un imperio de software des
ndo nuestras cuentas y destrozando nuestro matrimonio. Creí que el bebé
lló su cabeza contra mi vientre y un universo de dolor explotó dentro
iró mi rostro pálido, luego al niño qu
al niño en sus brazos y dándose la vuelta, d
é muriera, y ahora el segun
recordara: los papeles del divorcio y un peque
ítu
ista de El
llar mi vida llegó a las
to trimestrales de nuestra empresa de software, cuando mi teléfono vibró sobre la
con voz suave y profesional m
mensaje de texto. SSC de la CDMX. Asunto urgente sobre
sa para no caerme. Los rostros de los miembros de la junta se volvieron un borrón de a
mi
que en el Periférico. Un colapso repentino. Algo t
rdo nítido es el olor estéril y antiséptico de la delegación, un olor que me raspaba la
icial del mostrador, con la voz tensa. "
al vez? Hizo que se me revolviera el estómago. Me indicó que si
onces cua
o de la habitación, con sus anchos hombros encorvados, su brazo envuel
da Q
ltera con la triste historia que Damián se había obs
fundo, del alma. Fue la sensación de correr un maratón solo pue le daba de nuestra cuenta conjunta. La forma en que hablaba de sus problemas, con la voz cargada de una caball
produciendo un ritmo agudo y f
par en par al verme. Instintivamente acercó más a
ra una súplica en voz baj
sto frente a él. Miré su mano, apoyada en la parte baja
le di una
como un disparo en la silenciosa habitación.
no. "¿Una redada en un motel de paso? ¿Es ese el
orpresa luchando con la culpa en sus ojos. Los oficiales en la habi
e nuevo, para borrar esa expresión
vez, Brend
iendo el impacto de mi segunda bofetada. No fue tan fuerte como
instante, convirtiéndose en
ló, agarrándose la cara. "
o perfectamente maquillado. "¡Ni siquiera sabes lo que
a y ridículamente Brenda. La
no", dije, mi voz p
on fuerza. "¡Elena, basta! ¡C
por la pierna. Jadeé, apoyándome en una pared para mantenerme en pie. Por una fracción de
ió tan rápido
patético. "Damián, lo siento mucho. Te dije que no debía haberte
la expresión de Damián se endurecía, el breve destello
llenos de decepción. "Elena, tus celos están fuera de control. El ex de Brenda la estaba acosando.
l. Un choque sin importancia. Incluso, en mis momentos más oscuros, había imaginad
traña en mi propio matrimonio, todo volvió de golpe. Cada vez que
se desvanecía de mí, reemplazada por u
recibos de un hotel y empaqué mis maletas, él había llorado. Había su
le había creído. E
me. Su constante y asfixiante necesidad de ser un s
sustados acurrucados en una casa hogar, y por primera vez,
enas un susurro, pero se sintieron como el
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