Él los eligió, y lo perdí todo
ista de El
lditamente cruel", escupió Damián, con la mano e
persistente que se irradiaba por mi brazo. Pero no era nada comparado c
nitivo. La parte de mí que todavía tenía esperanza, que todavía le ponía excusas, que todavía lo ama
movimientos precisos y deliberados, y presioné el botón
meando", dijo, su vo
lzó. No lo necesitaba. La fría
e conocía, la mujer que ya se habría derrumbado, que habría llo
no est
estremeció en sus bisagras. "¿Quieres ser así? Bien. No vengas a llo
uerta de u
ina, con aspecto perdido y patético. Le pasó el brazo por los hombros, atrayéndola en un abrazo reconfortante, co
s manos temblaban tan violentamente que apenas podía agarr
había desaparecido. En su lugar había una sonrisa triunfante y burlona. Se encontró c
viviendo en la misma casa pero sin hablarnos, sin mirarnos. El aire estaba cargado de resentimi
cerveza en la mano. "Simplemente tiene debilidad por las his
a casa. Ve a una madre soltera con problemas, tiene que salvarla. Es por su propio pasado,
asado. Nues
ruce y luego ser arrojado al sistema. No conocían el hambre corrosiva, las noches frías que pasamos acurrucados en
s, su voz feroz en la oscuridad. "Nos sacaré de aquí, Elena. Lo juro. Te construiré
etado departamento. Él construyó esta casa para mí, la llenó de luz y calidez y de todo lo que nunca tuvimos. Me
endiente. "Todos los hombres se distraen a veces. No puedes simplemente
de Damián. Esta era la rama de olivo que me ofrecía, a través de ellos. Esperaba que la
í se endureció.
vés de mi mejor amiga, Jimena. Me envió una captura de pantal
un trozo de papel. Un hombre, una mujer y un niño pequeño. Debajo, Brenda había escrito: "Mi Mateo dibuj
angre. Fue la mano del hombre, apoyada en
mano mejor
ncilla alianza de platino que yo
-