Ya no soy un mero número: Me elevo
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de Polanco" que finalmente domó al multimillonario más frío de la ciudad. Cr
mento de tres años hasta que su verdadero amor regresa
estos. Observó cómo mi madrastra me golpeaba con una fusta, incluso sugiriendo que la usara para romper
alvarla, recibiendo él mismo el golpe. Su cuerpo, protegien
aíces. Si iba a ser la villana de su historia, bien podría in
ítu
conversación susurrada que no debía escuchar. Fue una frase al aire, un descarte casual qu
e y confianza sin complejos, dejando un rastro de espacios impecablemente decorados y admiradores intrigados. Los hombres, poderosos y carismáticos, acudían a mí como polillas a la llama. Siempre pude elegir. Pero nunca dejé que se acercaran demasiado, no de
a lanzado el guante durante un
a, "has conquistado a todos los demás hombres
e evocaba imágenes de rascacielos imponentes y fortalezas impenetrables. CEO de Steele Tech, un hombre
e a las mujeres como datos estadísticos, si es que las
groso se encen
liar de adrenalina. "Me subestimas, Sofía. ¿Intocab
na sonrisa triunfante. Esto no sería diferente. Acepté la apuesta, segura de que K
rvino. Me lo encontré en una gala de beneficencia, con un aspecto completamente perdido, su habitual fachada afilada reemplazada por un raro destello de angustia. Un fallo técnico había saboteado una presentación importante que debía dar. Mi especialidad, el diseño
pero había una grieta en su armadura. Me agradeció, un retumbar bajo en su pecho que me envió un escalofrío por la espalda. Y entonces, sin pensar, sin un plan, me incliné y lo besé. Fue una chispa, una sacudida, un
io. Me traía café a la cama, recordando mi preferencia exacta. Trazaba patrones en mi piel con una ternura que desmentía su fría reputación. Exploramos sitios históricos abandonados, diseñamos escondites secretos en rincones remotos del mundo y compartimos amaneceres silenciosos desde el balcón de su penthouse. Me encontré enamorándome, perdidamente, del hombre al que inicialm
isla, regresamos a su penthouse, eufóricos y agotados. Mientras me preparaba para irme, me di c
murmuré, volviend
as al principio. Me detuve, con la mano en el pomo, algo primitivo en mis entrañas se con
?", preguntó la voz, con un
iración. Pegué mi o
ael llegó, distan
. conveniente. Un re
ca palabra resonó en el repentino y ensordecedor silencio de mi mente. Mi corazó
bre, con una risita en su voz. "Tres
e cualquier calidez, de cualquier emoción. "Una distracción
a, mi amor, mi vulnerabilidad, reducidos a una transacción fría y calculada. Mi sangre se heló, luego hirvió con una furia tan intensa que amenazó con consum
?", preguntó el otro hombre, su voz
manastra. La única persona que dete
en su voz ahora. "Y esta vez, no la dejaré ir. Bella fue... una solución t
iva. La traición fue tan profunda, tan absoluta, que me desnudó por completo. Cada caricia tierna, cada promesa susurrada, cada sueño compartido, todo, una mentira. No era más que un reemplazo, un cuerpo cálido pa