Su esposa, la secreta genia forense
"Bela" G
l, su voz resonando en el
firme. "Yo
, forzándome a caer sobre el frío suelo de mármol. Mi pro
a de cuero trenzado para una disciplina brutal. El primer latigazo rasgó la piel de mi espalda. Una ag
mián, su rostro una m
ré decir, las palabr
era una nueva ola de fuego, desgarr
Kael, su rostro cerca del mí
las manos extendidas, suplicando que se detu
ordenó que la sacaran de la habitación,
bordes, sus palabras se convirtieron en un coro d
in agua. Sin atención médica. El dolor era una entidad viviente
ndo con ella. Prometiéndole el mundo. Cada sonido era un nuevo la
itación. Estaban en la sala, planeando un viaje en yate para Helen
áscara de preocupación empalagosa. Corrió a mi lado, agarrá
n de lágrimas. "Por favor", gimió a los hombres. "La
ó Santiago. "Es tu hermana. Es mi
en el aire era una agonía en las he
enta repentina descendió, el viento volcó el asador,
ente un escudo humano alrededor de Helena, pr
vestido. Las llamas estallaron, envolviendo mis pie
cupados preocupándose por una sol
as con su chaqueta y su propio cuerpo, sus acciones un mar
raron ha