Su esposa, la secreta genia forense
"Bela" G
los caprichos de la élite de Polanco, ocult
mirada recorriendo mi vestido sencillo, pro
tió, su voz suave
mirada sin
donde pueda desapar
. Tenía una villa autosuficiente, un muelle de aguas profundas, p
perf
omo",
firieron desde una cuenta oculta que había mantenido durant
un nuevo nombre: Isabela Monte
ogramado para partir al am
ouse de Santiago
ero -mi favorito- llenaba el air
a. Mis hermanos estaban allí, rodeándola, adulando a la hermana pródi
vantó la vi
te, acusador, como si no tuviera derecho
mi voz hueca. "¿Me desecha
, se volvió hacia mí, su
Bela. Ten un poco d
sus rostros máscaras so
mi aparente sumisión una capa para el esc
elena, moviendo mis cosas a un pequeño cu
los hombres la dejaran des
bellamente envuelta. Un re
iero", susurró, su sonrisa
a caja en
e golpe. Algo pequeño y marrón saltó, sus c
ña viol
udo de dolor y terror, arroja
l pecho
abrieron con un horror fingido
", chilló, su voz resonando