Su esposa, la secreta genia forense
"Bela" G
o de clínica, mi mano vendada y palpitante,
ba sentada junto a mi cama, su rostro una máscara
ándome un paño fresco por la frente. "Te deja
n corrido al lado de Helena, ignorando mi c
reocuparse por lo que llamaron
izado discretamente a su fallida empresa familiar, el cuidado que les di c
o, su voz espesa por la tris
rofunda. El dolor no me destrozó. Me forjó. Lo que había estado agriet
e distancia. Eso ahora era más
ropósito, solo para encontrar una lujosa fies
mpleaños. Nadie s
sus regalos: un collar de diamantes que brillaba como el hielo, las llaves de
e burlaron cua
tó Bruno. "Una picadura de araña no es excusa p
e preocupación. "Helena es frágil. Aho
itual, una calma escalof
je, mi sonrisa inq
a de una presentación de d
imágenes de Helena de sus cinco años fuera: noches de borracher
a Puta Favorita de la Ciudad de Mé
risa se ahogó. La ha
ron a apagar la proyecci
aló con un dedo tembloroso y se d
ó, sus sollozos resonand
s en los míos. Eran fríos, duros tr
por est