Su esposa, la secreta genia forense
/0/20762/coverbig.jpg?v=63874fada3d5c8a5ea763f1ca073aedb&imageMogr2/format/webp)
gemela. Durante cinco años, fui solo un reemplazo, una sustitu
eseo de casarse con él. Era una mentira perfecta, y él eligió creer
celebraron a la mujer que me rompió. Movieron mis cosas a un cuarto de huéspedes, haciendo espacio para su h
"una simple picadura de araña". Me dejaron convulsionando en el suelo. Más tarde, me az
eso roto, es un testimonio de su traición. Creyeron sus
un solo pensamiento me consumió: Isabela Garza murió aquí
ítu
"Bela" G
de la Vega, se casó hoy
é mugroso al otro lado de la calle mientras él
se suponía
asar nuestra boda. "La tregua entre los Osorio y los De la Vega necesita ser más f
plica de una tonta nacida de una necesidad desesperada de perte
soldado. Fui un reemplazo, una sustituta de la mujer
ago ni siquiera volteó en mi dirección. Solo tenía ojos para Helena, mi hermana. La que había des
onio como un trofeo. Había regresado hacía dos semanas con una
er la alianza que ella rompió restaurada. Era una mentira ta
tido, antes de que sus ojos encontraran los míos al otro lado de
una caricia ponzoñosa que c
te? ¿O solo estaba c
echo y me robó el aliento. La mirada de Santiago finalmente cayó sobre mí, su exp
es H
a sabía pero me había negado a aceptar. No era más que una suplen
to posesivo y triunfante de pr
lo se agrietó.
amián, Bruno y Kael, soldados de alto rango en el clan G
u amor por ella un sol cegador que me dej
ejándome sola en la banqueta, u
fundido con Helena en las sombras del jardín, proponiéndole matrimonio a una chica que ni siquiera vio. Recordé la mentira
había demostrado que
sintiendo cómo el dolor dentro de mí se enfriaba
ría a ser u
i, el coche amarillo un
rita?", pregunt
el espejo retrovisor,
s Internati
deshabitada. Un lugar donde a