Heredera Traicionada: Mi Dulce Boda de Venganza
ista de Ji
ños, dormí profundamente, sin la ansiedad de esperar el sonido de su llave en la cerradura. Fue un sueño profundo
ién encontrada paz. Mi corazón dio un vuelco famili
de Gracias que había guardado en el refrigerador. El olor a pavo y gra
de papas en un plato-. Pensé que podríamos tener nuestro
, cerrando los ojos en u
erdad te luciste.
éntrica, este era su intento de disculpa. En el pasado, este pequeño gesto habría sido suficiente para hacerme
o lo que veía e
nada, Eugenio -dije, con
Finalmente se giró para mirarme,
asta. Esto no
hacia la barra, tomando una pequeña caja blan
Te tra
me
jo, su voz adquiriendo un tono tenso e i
alérgica a los lácteos. Después de siete años, todavía no lo sabía. Siete años de mí rechazando cortésmente el postre, de mí qu
rtable. Fue un desperdicio. Un error largo y prolongad
ra encantadora y relajada se estaba desliz
nda incluso me dijo que debería volver a casa y compensarte
el cabello, un gest
a? Espero que dejes de sacar el
e cualquier pelea a gritos. Simplemente lo
-dije, mi voz tranquila
ción pop alegre y animada que nunca había escuc
desvaneció, reemplazada por una suave p
eléfono, su voz
pa
ca? Ok, no te preoc
la puerta, su rostro de nuevo una máscar
rsación más tarde -dijo,
go se
da. Simplemente sentí... nada. El lazo emocional que me hab
chivos de mis proyectos y empacando mis pertenencias personales. El lu
de moda en el centro que había querido probar durante meses. Le había pedido a Eugenio que me llevara allí para mi cumplea
che, ib
harlas alegres. Encontré una pequeña mesa en un rincón y pedí todo lo del men
nces l
gada de comida, todos los favoritos de Brenda, noté con una amargura distante. Había pasado años complaciendo el palad
on una sonrisa juguetona, se lo acercó a los labios de Eugenio. Él se
de sí mismo, a veces hasta el punto de la arrogancia. Pero en ese momento, con Brenda, parecía... cohibido. Era un
labras, pero supe lo que estaba pidiendo. Quería tomar una foto. Una foto que pudier
en el hombro. Luego, sus ojos recorrieron l