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Heredera Traicionada: Mi Dulce Boda de Venganza

Capítulo 4 

Palabras:1377    |    Actualizado en: 11/11/2025

ista de Ji

habría sido insoportable. Habría llamado, enviado mensajes, dejado correos de voz llorosos, convencida de que había hecho algo terriblemente mal. Eventualmente, me quebraría, disculpándome por cosas que no eran mi culpa, sol

ara controlarme. Pero ahora, sin amor, e

to -los muebles, el arte en las paredes, las tazas de café desiguales- era todo suyo. Me había mudado a su vida, a su espacio, y en el proceso, me había borrado a mí misma. No había

bodega, fui a la oficina y presenté formalmente mi renuncia. Mi super

ntó, sus ojos escudriñando mi rostro-.

é, conf

de la Ciudad de México hace unas semanas. Dijo que se iba a casar y que necesitab

un suspiro silencioso. Ciudad de México.

. Para su prometida, Brenda Campos. Es una lástima perderte, querida. Con tu talento, deberías

nauseabunda. Tenía un plan. Todo un futuro trazado que n

no funciona, me

no como una estrategia fría y calculada. Iba a darle una última oportunidad a Brenda, u

ios. No me molesté en corregir el ma

ue será muy feliz

a. Fui, queriendo una última noche normal antes de que mi vida implosionara. Tomé un par

emiprivado. Escuché la voz de Eugenio y me congelé. Es

slado a la Ciudad de México listo, una oportunidad de oro. Dijist

ha soñado con trabajar en la sede de Vanguardia Tecnológica. Nuestra firma se asocia con el

pués de todo este tiempo? ¿Y simplement

puñetazo en el estómago-. Esta es mi oportunidad. Si dice que sí, tendré todo lo que siempre he qu

me ancló a la realidad. Todavía pensaba que estaría e

rada del reservado, con una sonrisa triunfante

o que dicen del CEO de Vanguardia, Kael Osorio? Es el soltero más codiciado de

a ola de lástima y despreci

reemplazos. Pero no te preocupes. No dejaré que te deje si

resistir un último acto de crueldad. Al darse la vuelta para i

para sostenerse, sino

reto con un crujido nauseabundo. Estrellas explotaron det

da, agarrándose el brazo y haciendo una mueca de dolor falso, y luego me vio a mí,

d

o chocando con el mío, y

bien? ¿T

sus ojos grand

estaba tratando de hablar

ada por una furia pura e inalterada. Mi cabeza palpitaba, la habitac

ara. El chasquido resonó en el estrecho pasillo. Una mancha de mi sa

voz temblando de rabia-. Estás act

moteante Brenda detrás de él como si

eando veneno-. Y esta vez, lo digo en serio. No esperes

s hombros de Brenda, y la guio de regreso al restaurante,

mi cabeza un contrapunto sordo al vacío en mi pecho. Fue

ue un

sentía bien en mi rostro. Me dolía la cabeza y sentía el corazón magullado, pero sabía,

México. Mientras el avión despegaba, dejando las luces de Monterrey esparcidas

nado. Tenía a Brenda, tenía el trabajo en la

de lo que acab

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