Obligada A Ser La Luna Del Alfa
A SE
colaba por las cortinas era brillante y molesta. Ayer me había descontrolado un poco con la segunda ronda de margaritas; Jessica, Violeta y yo habíamos
, dor
aía una bandeja plateada en sus manos. Me senté en la cama, gimiendo por el esfuerzo, y él la depositó suavemente sobre mis piernas. En ella, había una taza de café hume
o, pero con un toque de burla-. Así que te traje este kit de supe
iato la cápsula en la boca, tragándola con un gran sorbo de jugo
pool un rato más con Hugo -respondió, sentándo
como ella era la conductora designada y responsable... n
eso. Que sean prud
beba. Ya me toca ser la conductora sobria. Neces
, pero es justo que se vayan turnando. Tu cabeza te lo agrade
ómo lo pasaste
Asia, lo de siempre -respondió con un encogimiento de ho
queso cheddar. Intenté limpiarlo en el baño, pero creo
e quitar, ¿o sí? Es solo queso
Pero le tengo fe
de la mirada plateada y la polera negra. Podría decirle que tuve que enfrentarlo para que dejara de observarme. Pero llegué a la conclusión de que no era la
guien hacía eso, pero se
forma que no podía admitir, magnética. No era solo alguien más al que le había llamado la
lgo así. Definitivamente
e llamó, sacándome
cha de mi vestido y en cómo sacarla. No
mos planes, ¿te parece si vamos a almorzar dond
para un sábado de resa
restaurante favorito? -intenté cambiar
es, Selene. Un par de semanas ya -insistió
es caigo bi
sabía que se veía completamente falsa,
una relación que había sobrevivido a casi una década, nunca había podido
r con él porque su familia tenía buen nivel económico. Al menos, mejor nivel económico que la mía, porque aunque no éramos millonarios, sin duda alguna yo tam
e claramente eran falsas, pero que en un momento de inseguridad, él comenzó a creer, logrando que nos distan
uegros. Muchas veces hacen comentarios en "broma" donde en realidad me atacan por debajo, socavando mi valía y mi lugar en la familia. Y
stentosa casa de los queridos padres de mi esposo. Nos recibieron de muy buena manera a Thomas, con abra
i suegra, dijo con un tono de ofensa apenas
ar en el centro. La puerta está abierta, Zelia -respondí con
e inmediato, con una suficiencia molesta. Sinceramente, encontré que estaba muy equivocada al tener ese pensamien
cía un campo de fútbol. Thomas y yo quedamos en el lado derecho de la mesa
Selene -dijo Zelia, con un tono
que no me gusta mucho la comida italiana
ita, Zelia, pero sí, c
ageradamente gracioso, intentando dar a entender que estaba br
a? -Joe le preguntó a su hijo,
os -respondió Thomas, orgulloso-. Nuestra nueva marca de zapatos y
trabajo. Tienes el talento de tu padre -Joe asintió con aprobación, s
s que trabajamos en la Empresa Devji
odo -su padre se encogió de hombros con desdén-. El CEO solo apa
un trabajo en equipo -Thomas me corrigió, aunque su corrección sonó m
ndrá que dejar el trabajo, ¿no? -Zelia soltó
í el
unté con genuina curiosidad, como si es
ser tú la que se haga cargo de ellos.
aquí. Es la misma co
ncogerme de hombros, devolviéndole su actitud despreocupada-. S
trabajar para criarlos eres tú, cariño. E
ue por ahora no está en mis planes ser madre -sonreí con dulzura, aunque mi voz era de ace
jos entrecerrados. Su mirada me adve
s? -lo miré, esperando su apoyo. El silencio de Thom
a vuelto más serio-. Creo que tienes un pensamien
orbo, saboreando el desafío-. Creo que es necesario que las personas sepan qu
? -insistió Zelia, su rostro e
de temas con alguien que no fuera mi esposo, y menos en medio de una lasaña que ni siquiera me g
ncontramos en su camioneta, dirigiéndonos a nuestro querido hogar, el que extrañaba como
tó de repente mi esposo, rompiendo el silenc
ré, a
pienso a tus padres? ¿Por def
voz era inusualmente fría-. Porque tú nunca me has dicho que no quieres ser m
-me encogí de hombros, tratando de restarle importancia a la mentira forzada-. Tampoco entiendo por qu
a vida familiar debe ser una prioridad -dijo, y esa frase me
vó, molesta-. Si me presionas, lo único que lograrás e
a esa decis
r hijos