Obligada A Ser La Luna Del Alfa
A SE
o la adrenalina del éxito recorrer mis venas mientras me dirigía a nuestro equipo de trabajo y socios. Mi satisfacción era inmensa; este proyecto había consumido meses de mi v
comenzaran a abrazarse entre sí. Era una noticia fantástica, la confirmación de que nuestra
tos a través de la página web, ya que contamos con envíos internacionales -añ
l jefe y su preferencia por no pasar mucho tiempo en las oficinas, la verdad es que la mayor parte d
ra de descansar y disfrutar de este logro -final
grande? -preguntó Hugo, uno de nuestros so
a en una pregunta silenciosa, sabiendo que yo era la organizadora
a salida de chicas por el cumpleaños de
ipo de sonrisa que solo da un hombre
on de inmediato, el ánimo festivo era palpable-. ¡Es viernes! Ya que las mujeres no nos invit
se a todo. Me acerqué a él para besarle la mejilla, pero Thomas fue más rápid
to caliente erizándome la piel, antes de dejar un beso rápid
s chicas para desahogarnos de un gran cierre de contrato, llegué, admito, un poco demasiado pasa
comportar. Prometido -le aseguré,
vibraba, las luces eran tenues y la mezcla de risas y conversaciones creaba un
rité en medio de la euforia del momento, mientras alzaba mi copa de margarita. Le
rsona a la cual le podía contar mis secretos más tontos, mis penas más profundas y hasta los
e dijo Violeta entre risas, señalando la pequ
gue a casa y pondrá la lavadora. Es un espos
cínica del grupo-. Tú eres la única casada aquí.
a de malo. Es una libertad envidi
vida. Creo que eso es infinitamente más lindo
nsancha, sincera y espontánea. N
ra mi ancla-. ¡Pero no hablemos de mí! -exclamo, sacando otra pa
ita roja de terciopelo. Antes de dársela, me inclino para darle
era un colibrí minúsculo y detallado, su animal favorito. Sus
antes de darse la vuelta para
lorar -murmuró, con
siempre me llama a mí. Obviamente con car
rada por mi obsequio, y yo reí a carcajadas. Luego le entregó una bolsa elegante de la que Vio
gustó! -chilló Violet
elebración cuando mi mirada viajó
ese hombre me
istancia, pero con una visibilidad perfecta de la nuestra. Estaba vestido con una sencilla pero ajustada polera negra que dejaba al descubierto un
esconocida mirándome con esa intensidad, casi... depredadora. No era
a mi
¿Estás d
ado a otro, intentando
e perdí por complet
ebatiendo si es muy tarde -me respondió. Dirijo mi mirad
hora -se quejó mi amiga
mañana, chicas. Ya
nta -se quejó mi amiga, pero se me hacía un tanto difícil prestarle atención, puesto que todavía m
allá, Selene, n
oltó, su voz burlona, mientras dirigía su mirada descarada
e siento incómoda -murmu
e está mirando como si fueras su cena -Violeta se encogió de
miro de reojo, y pude darme cuenta de que seguía observando hacia acá, sin pest
. Grande, sexy... tiene ese aire de chico
Thomas, mi esposo -aclaro, mi tono s
sario que mientas. No tiene nada de m
Thomas era real, no una fachada-. No digo que el hombre de allá no sea guapo, su físico es impr
? -Violeta intervino, tratando de sua
rdad? -dije con obviedad, forzando una sonrisa-.
elta -Violeta dijo con tranquilidad, encogiéndose de hombros-. ¿Entonces? ¿Pedimos otr
te y de esa mirada -dije, sintiéndome repentinamente tensa. Me paré de la
e -los ojos de Violeta brillaron co
e trabajo, me dijo. Asentí de inmediato, agradecida por la c
nodoro, y salí para lavarme las manos. Me retoqué mi labial nude y peiné un poco mi cabello, mientr
pronto como salimos del pasillo, mi atención se desvió. La mirada intimidante de ese hombre, el d
a observada de su exhibición. Mi instinto de loba (una parte de mí que no en
miró extrañada, pero obedeció. Yo, sin dudarlo, seguí de largo hasta la mesa donde el desconocido de cabello ne