Obligada A Ser La Luna Del Alfa
RA
suena monótona, casi robótica. Boto unos papeles innecesarios que tengo sobre mi escritorio en el pequeño basurero a mi lado y ord
se engaña. El aire en la oficina está cargado con mi f
ado para que así sea -continúo, evadiendo su pregunta. Me pongo de pie y me acerco al estante con los cientos de libros que mis padre
a masacre para ambos bandos, grabada a fuego en nuestra historia. Sin embargo, décadas después, cuando los vampiros, una plaga aún más antigua y perversa, intentaron invadirnos a nosotros y a ellos, nos vimos en la obligación de juntarnos para luchar contra una amenaza común. Fue una alianza forzada, un pacto de sangre con criaturas a las que temíamos y despr
la comunicación entre otras manadas, nos ha permitido rastrear posibles amenazas y mantenernos al tanto del mundo exterior. También podemos contar con la ayuda de ellos cuando necesitamos un médico, un ingeniero o cualquier otro profesional que el conocimiento d
e horas -respondió Wade, interrumpiendo mis pensamientos. Su voz
en un lugar discreto, un volumen polvoriento y casi olvidado, del que nunca me hablaron, pero que sabía que contenía respuestas a preguntas
ersación que quería tener, la que yo estaba evitando a toda costa. Había pasado ya casi una semana. Cinco días infernales desde que tuve
ómago. La idea era como un veneno que se extendía por mis venas, pero no veía otra salida-. Creo que Sam, el Alfa d
ito ahogado-. No, claro que no, Asher. Tú no te
ra filtrándose en mi tono-. Tú sabes que la persona que debe vivir acá es quien está al ma
e dejaron el puesto de Alfa y se fueron a vivir a Bélgica, buscando una vida más tranquila lejos de las responsabilidades. Este castillo, con sus viejas piedras y sus ecos de generaciones de Alfas, era mi historia.
es aquí -pude escuchar el estrés y la desesperación en su tono de voz. Él m
cir aquellas palabras hizo que me dieran ganas de vomitar. La imagen de Keegan, un crío,
il? ¿Así, sin luchar? -me espe
. Llevo desde los dieciséis años buscando a mi mate. He explorado cada rincón, he seguido cada aroma, he consultado a cada anciana
a mi escritorio. Lo dejé sobre la mesa con un golpe seco y me puse mis lentes. Sí, soy un poco corto de vista, una pequeña impe
que te queda? ¿En leer un libro? -Wade
l índice la sección que me interesaba. Encontré el apartado: "La Búsqueda Prolongada de un Alma Gemela".
as, mi corazón latiendo con u
esonando en la oficina-. "...La primera, es que tu mate haya muerto. Aunque es muy extraño que tú no sientas eso, hay una pequeña posi
e revolvía el estómago. Deseo con cada fibra de mi ser que ese no sea mi caso. La ide
jos y segu
stá libre. Es como si el destino tuviera que luchar contra un muro de emociones ya establecidas". -Termino de leer, la última frase resonando con una frialdad desoladora. Miro a mi amigo, quien tiene una expresión un
Último
bro, ofreciendo un apoyo que aprecio, pero que en este momento parece fútil-. ¿Qué importa si está enamorad
Su mate lo encon
onor me impide romper: no me involucro con una mujer que ya tiene pareja. Jamás. Mi lobo me lo prohíbe. Jamás robaría la felicidad de otro
ya tienes a tu mate -resoplo, retirándom
mos a la ciudad? Conozco un bar genial, uno donde la gente va a olvidar sus pe
so, lleno de humanos y sus olores químicos, me revolvía el estóm
esitas un respiro. Tu l
elissa? -pregunté, r
que estaba tratando de sacarme del abismo, de que dejara de rumiar mis problemas en la soledad
garía a romper mis propias reglas. Ir a un bar humano. Ser solo Asher, no el Alfa. Quizás era una locura, o la única forma de escapar de esta prisión de mi prop