Corona de la heredera traicionada
era una vista digna de admirar, con su
Breeze, pero su interior resu
os senderos y el aroma de la fruta fresca impregnando el aire. En medio de la bulli
a con la que te casaste
con perlas y joyas, apareció y tomó la del
mo gemas, irradiaban un
orah, y tu suegra. ¿Cuá
sconcertada por
l, capaz de congelar a cualquiera con
obligándose a control
y te des
lviéndola a la realidad con el sobresal
paso firme, ella pus
llamo Emilia", dijo en voz al
intensa. Pero antes de que pudiera decir algo, su madre se ad
la abuela de Kiwi. Ella ha estado esperándote y fue al huerto de melone
edó sin p
ue sentía que iba a morir, anhelaba un abrazo así de su madre. En s
a realidad hab
Oh
ompió su e
pánico, se apresu
gar a un floreciente huerto de melones. Una anciana sostenía un marco de
iste el tobillo? ¿Dónde te duel
espalda la que le dolía. "Emilia, ¿sabes de masajes? Pues qué suerte la nuestra, ¿verda
mbas mujeres, y la calidez d
supone que voy a interpretar a la mal
llenas de afecto. Inexplicablemente, sintió un cosquilleo en l
e se veían y no compa
odían tratarla c
tt jamás había
era la esp
espetada familia G
os ocultos, que se hubiera c
sus intenciones ni s
trataban con ta