De la esposa dócil a la estrella atrevida
a Yvonne como una bomba, dejándola mareada e inestable. Y el shock l
la voz de Julian salió
erta entreabierta, con la garganta apretada hasta que
ulian". Entonces, ¿qué era ella? Ocho semanas atrás, coincidían con la noche en que él se había
u visión, mientras entrecerraba los ojos para ver el rostro de la muj
pecho. La misma mujer que había vivido
vez una foto de Rita en el estudio d
es compartidas los hicieron inseparables y cómo todos habían pensado que estaban destinados a estar
Rita había regresado, y él la h
sa que él quería nunca había sido ella. Sus ojos se llenaron hasta qu
ecuerdo de la mancha de labial en su cuello volvió a su mem
esperanza, frágil y tonta, la mantuvo con la mirada fija en l
antes de responder, con voz suave y distante: "Est
aron, dejando solo el ardor de la traición y la rabia. Una sonrisa amarga se dibu
sistiendo. Cualquier pregu
se deslizaba por la fría pared, con la mano a
tuvo, con preocupación grabada
eramente, como si sintiera que lo observaban, pero el pasi
gado silenciosamente a su voluntad, pero esta vez había colga
marcharse y buscarla. S
osa mientras lo tomaba suavemente del brazo, mirando hac
an se recompuso. "Alguien d
el doctor y, con esa misma voz tranquila, continuó preguntand
cerraron ligeramente mientras sacaba el celular por debajo de la mesa. Con los dedos moviéndose rápidamente, en
añó a Rita hasta el auto y luego dijo con voz tranq
volvió con una mirada herida. "¿No vienes conmigo?
diata, suave y distante: "Tengo
ero en cuestión de segundos sustituyó la frustración por una s
ó cómo se alejaba el auto y l
otra vez. Cada vez, la llamada sonaba sin respue
tido en algo frío y denso. Con el rostro sombrío, marcado por
ero las palabras de las páginas eran invis
e Julian, irrumpió en la oficina sonriendo de oreja
Andrew debía de haber oído que había acompañado a Rita a su consulta y haber saca
tencia: "¿De verdad no lo sabes? Yvonne se puso enferma en una fiesta de té