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Atrapada en un matrimonio mafioso

Capítulo 3 

Palabras:1049    |    Actualizado en: 10/10/2025

e Ale

jándolos en el centro del salón de baile, los susurros

los, un rompecabezas desesperado y desgarrador. Era irreparable. Pero no pude obligarme a tirarlo. Envolví lo

onó en la puerta

uerta, con una mirada engreí

lo entiend

espo

ando sufres. Tus lágrimas son como una droga para ellos. Demuestra que eres suya. Qu

, mi voz fría y firme-. Una temporal.

n sonido agudo

que lo haga, se desha

. Estaba cansada, rota, pero una chispa de des

ue

o. Pero yo estaba desequilibrada y tropecé hacia atrás. En un movimi

no se lo esperaba. Jadeó, agitando los brazos, y su tacón

ino lanzándose con la gracia practicada de una doble de acció

maestra de dr

studio. Llegaron justo a tiempo para verla aterrizar en

us rostros máscaras de

agarrándose el tobillo-. ¡Aless

i ira. Vi un destello de satisfacción oscura y escalofriante. Él había querido esto. Había or

rápido como llegó, reemplazada

ró a un soldado cercano-.

ego me miró, sus ojos prometiendo retribución. Señaló con un solo dedo a

-dijo, su voz plana

re se m

¡No la empu

úbilo justiciero y terrible-. Mamá estaba celosa. Lastimó a Serap

. Luché, mi corazón martilleando contra

hacer esto! ¡Sabes

a promesa nacida de pu

juro por Dios, Dante, vivirás

ré hacia abajo y vi a Dante de pie al final, observando, esperando. Seraphina todavía es

de nuevo. Inconfundible esta vez.

dez, un grito silencioso atrapado en mi garganta, y luego una explosión de dolor cuando mi cuerpo se estrelló contra lo

desmayarme fue a Dante y N

de una inquietante maravilla-. Ahora sí e

iva, un fuego que consumía todo mi cuerpo. Una enfermera e

upado. Ha estado aquí toda la noche, caminando p

. La actuación nunca terminaba. Dante Rossi, el p

lo -dije, mi v

ra inmenso, pero en el silencio, un plan comenzó a fo

a, me visitó. Era un hombre tranquilo y modesto

Alessia? -pregu

ás segura de nada

l vestíbulo, la imagen de una familia preocupada. Seraphina también e

caminaba a mi lado, co

s. El aire estaba cargado d

o de papeles del maletín del Licenc

tó, su ceño frunciéndo

, citando diferencias irreconciliables. Pero era más que eso. Era una declaración

na tercera opción. Es

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