icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Mi matrimonio perfecto, su secreto mortal

Capítulo 2 

Palabras:1132    |    Actualizado en: 29/09/2025

Elizon

onido de su suspiro por teléfono; todo se repetía en un bucle incesante en mi mente. Por la mañana, un dol

an ido. En su lugar había

o para renunciar. No podía pasar un segundo más en un edificio que era un monum

artamento de Recursos

vendaje blanco era visible en su antebrazo. Diana se aferraba a su brazo, vistiendo un suéter de cachemira de gran tamaño que reconocí como

juntas. Parecían una pareja, ínt

dro levantó la

sión se volvió cautelosa, indescifrable. Me miró como si yo fuera

on voz plana-.

de Diana se posaron en mí. Una sonrisa

o que tenemos aquí.

nte, rodeándome c

enes el mismo cabello. Los mismos ojos. -Se inclinó, su mirada cayendo sobre el pe

mecí. Es

atrás, Alejandro había estado

cto. Nunca te lo quites. -En ese momento, había pensado que era un mom

de horror en mi rostro. Se

andro siempre le ha gustado mi lunar.

ón latiendo un ritmo enfer

-susurré, mi vo

rada, con la mandíbula apretada

a por pieza, en una pálida imitación de la mujer que realmente quería. El pensamiento era

ejandro, con voz tensa. Dio un paso hacia

r? ¿Después de que pasaste la noche con ella? ¿Después de que de

las palabras autom

n de los empleados que pasaban por el vestíbu

ntre nosotros, con l

ó. Me empujó con fuerza, hac

ró de mí. La empujé

ate d

r algo en ella. Su rostr

ue puedes tocarme? -Chasq

nales, se movieron al instante. Me agarraron los brazos, s

, con voz aguda, pero no hizo n

Necesita que le enseñen una lección. Necesita entender su lu

rre. Diana sonrió, una sonris

-Metió la mano en su bolso y sacó una pequeña y viciosa navaja de

gre se

-grité, mis ojos sup

onflictiva. Por un solo momento que me p

su voz baja y peligrosa-. Si das un paso má

cálculo en sus ojos, el sopesar de opciones. Y entonces, con una fi

o, con la voz desprovista de to

sto. Estaba permitiendo que ella me hiciera lo que quisiera, a mí

bra un jadeo estrangu

de Diana

n la navaja firme en su mano-. Ahora

tra la piel justo encima de mi labio. Cerré los ojos c

a whisky rancio-. Esto solo dolerá un segundo. Y entonce

e ellos me tapó la boca con la mano, ahogando mis gritos. Estaba ind

rostro una máscara fría e impasible. Su mirada se encontró con la mía por un segundo fugaz, y en ell

fundo. Un dolor agudo y ab

todo se vo

-

Obtenga su bonus en la App

Abrir