El amor después del divorcio
en Goldshore.
j, somnolienta. Eran las do
una exasperación que a
cretaria debe estar disponible las veinticuatro ho
he; para colmo, Madison tenía un fuerte resfriado. El mareo de la
ara obligarse a permanecer despierta.
prestigioso en el bullicioso centro de la ciudad, así que Madi
y caminar el trecho restante sobre unos tacones de diez centímetros.
:57 a
le había tomado veinti
cabello ante
n así, Lorenzo Edwards era el hom
o girar con lentitud una copa de vino. Sus facciones cinceladas y su aura mag
muñeca para ver su reloj y
se detuvo a su lado. "Ya
o su llegada provocó la r
2:59! ¡De verdad lleg
n profeta. Llegó
que había otras tres personas en el
a lado frente a Lorenzo, mientras que
ire de triunfo y mir
pecho y puso un puchero. "Está bien, tú
ombres soltaron
ceño. "¿Qué signi
emente puntual; que sin importar cuándo la llamara o dónde estuviera, siempre llegaría en
a Lorenzo, con un gesto de amarga resignación. "Acabo de comprar este auto,
eó con ellas. "Una apuesta es un
o hombre y enarcó
ison con enfado y espetó: "¿Cuánto te pagan al mes? Vaya que te tomas en serio tu trabajo, ¿no? ¡Por
los labios, s
la mujer que estaba sentad
atención hasta entonces. Sin embargo, en el instante en q
a otra que la famos
arecido con alguien; un parecido que supe
Se recostó en el asiento, con las largas pier
dijo con frialdad: "Bie
mente: "¿Así que me hizo venir en mita
jas y esbozó una sonr