Desenmascarada: recuperó todo lo que le pertenecía
sutil: cada rincón pregonaba lu
perlas y diamantes, era la joya de la corona de la ceremonia. Paige había so
apariencias. Reunieron quinientos millones de dólares como regalo de bodas, con el objetivo de que la boda de Paige fuer
en el extranjero, ahora lo lucía Elliana. Kiara, Darin y Paige solo podían observar cómo tod
stura. La reputación de Cole era inconfundible: peligroso, decidido e impredecible. Sabía que no debía des
rientos de cualquier fisura en la historia. En lugar de alimentar el frenesí, C
ro de Paige mientras el helicópt
en la esposa del hombre más ric
á que lo hayan engañado de esta manera. A Elliana se la metieron a la fue
ojos llorosos de Paige. "¿Crees q
mapa, Cole definitivamente volverá contigo. Tú solo mantén tu estatu
ue Cole podría planear un escenario de viudez, Elliana, con su
sangre fría, incluso cruel. Era el tipo de hombre que aplastaba a cualquiera que se atreviera a interponerse en su camino. Quie
onia. Una vez que entraron en la habitación, se dejó
plomó en el sofá. Sus ojos se clavaron en ella: intensos, analíti
añadía diez años. Pero ahora, bajo el suave velo que ocultaba su rostro, se veía etérea con el resplande
bía provocado el incendio que mató a su madre y que le desfiguró el rostro. Algunos la l
Era sagaz. Fuera cual fuera su juego, lo jugaba bien. Cuando Paige se abalanzó sobre ella antes, Elliana se había deslizado detrás de él con una facilidad as
o su nombre había quedado ligado al de ella en un matrimonio. Alguien había movido los hilos entre
¿Por qué tan callada ahora?. El tono de
pudiera evitarlo. "No era mi intención casarme para ascender en la e
entendió rápido. 'Una sonrisa amable, las palabras adecuadas... Esa
uento. Antes, frente a Paige, lo había llamado "cariño" como si fuera lo más natural del mundo. No había ha
co esperaba que lo hiciera. Solo necesi
cuando Cole se levantó sin previo aviso y cruzó
a levantó en brazos antes de que ella
uento de hadas hizo que su corazón diera un vue
en las comisuras de sus labios. "Dime, ¿qué se supone qu
re la cama y su cuerpo se cernió sobre e
dó inmóvil. 'No es posible', pensó. 'Con esta peluca desordenada y este