La Venganza Invisible de la Heredera
en su filosofía de que el amor debía ser libre, sin ataduras. Pensé que nuestro
go. "Claro que me voy a casar con ella. Ximena es la única para mí". M
cada sueño compartido... todo era una mentira. Me dejó allí parada, co
a que ella gestara a nuestro hijo para que tú no tuvieras que pausar tu carrera". El
es, me enteré de que yo era la verdadera heredera de los Garza, una verdad qu
ndome a una alberca, y Damián elig
ítu
no creía en
l que asfixiaba la verdadera conexión. El am
le
. Lo dejé todo por él. Hice mía su filosofía, la convertí en mi credo. Nuestro amor er
mi visita dos días antes y decidí volar de regreso a la Ciudad de México para darle una sorpresa. Me ima
mientras entraba con mi llave. Me abrí paso entre la multitud, buscándolo. Lo encontré en el bal
labras, llevadas por el
asar con ella. Ximena
dos en el mármol. La sorpr
rincita, Elena? Llevas dos años con ella
lla solo es un parche. Ximena y yo tenemos este acu
tó el amigo. "No puedes simpl
de una arrogancia que me heló la sangre. "Ya cumplió s
se me fue del rostro y un zumbido comenzó en mis oídos. L
sa susurrada, cada sueño compartido... todo era u
entrar se me resbaló de los dedos entumecidos y se hizo añicos en el su
as noches, que me decía que yo era su mundo, que me convenció de
su teléfono sonó, un s
Era suave, lleno de una emoción desesp
ué pasa? ¿Dó
onido débil y frenético de la
on la voz tensa por el pánico. "Quédate ahí.
puro terror. Iba a correr, a perseguirla
implemente comenzó a move
susurrar, con
puerta. Chocó conmigo, empujándome a un lado sin pensarlo dos veces. Mi hombro golpeó el mar
distraída y sin sentido. No s
focado en una sola co
uego mi expresión destrozada. Se acercó a mí, con una
struir un muro alrededor de l
niza en mi boca. "Acabo de recordar que dejé
me con algo de dignidad. Salí del penthou
cerraron y la máscara que
leada de sollozos desgarradores me atravesaba. El pasillo frío y estéril