La heredera traicionada: El engaño de un esposo
detuvo en el umbral, mirándola, su ex
ue decían? -pregu
ó una re
uperioridad moral-. Brenda es una chica inocente sin nadie en quien apo
os dedos de Alana, que se habían aferrado débilmente a su camisa, se afl
nte para ponerse de pie, los hombres de Camilo la escoltaron fuera de la casa, no a un médico para un seguimien
salió corriendo, sollozando. Le lanzó a Alana una mirada de puro odio antes d
ostros de piedra. Andrés estaba a la cabeza de la m
ón -anunció a la sala-. Si alguien tiene un
les. Justo cuando estaba a punto de ser forzada a f
ent ha desaparecido! ¡No la e
se convirti
nda. La encontraron horas después en un almacén abandonado en
zos de Camilo, llor
ue si no hubiera saltado del coche
de poca monta, golpeado y ensangrenta
ntrató! ¡Me prometió un millón de dólares para deshacerme de la otra. Dijo que ella era l
arlo inconsciente. Los guardaesp
entonces contra Alana, sus ro
un gruñido bajo-. ¿Por qué no p
montada, sus ojos vacíos. Estaba
ana-. Revisen las cámaras de vi
de el momento en que regresaste! -Dio un paso más cerca, sus oj
as aprender una lección, Alana. Una lección de verdad. Te voy a enviar de vuelta a
lo que hiciste mal -añadió Camilo, con
los dos hombres que había amado más que a su propia v
do Camilo estaba a punto de
o que decir
la miró, un destello de algo -¿dud
ana era apen
an pat
llo de ira e
uiriendo una extraña cualidad ligera-. Tan fá
la puerta d
escuchó amortiguada
ldea que no sean blandos con ella. ¡Que sufra! ¡
taba castigando por lo que había hecho. La estaba castigando por n
ta lente apuntaba perfectamente. Est
u mundo hasta
n a un cobertizo de ganado en desuso. La golpearon. La mataron de hambre. Y ella l
ó cada golpe, cada burla, cada momento de su reno