La Novia Abandonada, la Ilusión Destrozada
ntonces, para sellar su mentira con una mues
o la abrazó, su expr
nsistió. "¡Si me amas, bésame!",
i clínico, en los labios antes de apartarse.
lo. Le echó los brazos
sin humor. Se dio la vuelta y se alejó
n boleto de ida en p
irmar los detalles de su vuelo. Damián, que acabab
te?", preguntó, co
voz despreocupada. No se molestó en
vacíos en los estantes, las paredes desnudas donde habían colg
. Para hacer espacio para los reg
mado. Probablemente pensó que ella
la. Estuvo fuera los siguientes dos días. Juliana usó el tiempo para
condujo hasta el cementerio. Se paró frente a la tu
silenciosa. "Traté de reemplazarte. Fue un
no sonó.
?", preguntó,
igo", dijo, diciéndole e
para hoy", dijo, su voz llena de una falsa conspiración. E
dijo ella, con
a puerta. Él no preguntó a quién estaba visitand
puerta, vaciló. "Juliana...", comenzó,
ella, cortándolo. Entró y cerró
video corto. Estaba vestida de mane
abas dejarme en el altar hoy. Un gran gesto para reclamar tu li
recado y que se encontraría con el coche nup
evarla a su boda. Salió, no con un vestido de novia, sino c
ductor una pequeñ
ó. "Dile que lo ponga en la pantalla grande exact
oso tráfico de la Ciudad de México. Luego se subió a
número. Borró sus fotos. Borró tod
egaba, miró por última
dad de Méxi
s, Da
abios. Fue la primera son