icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Su Venganza, Su Vida Arruinada

Su Venganza, Su Vida Arruinada

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:1234    |    Actualizado en: 18/08/2025

edosis. Pero yo sabía que era mentira. Yo era Perito en Criminalístic

General Bernardo Serrano me cerró la puerta en la cara, descartando mi dolor como un deli

Dalia Serrano, y transmití mis exigencias al mundo. Por cada oportunidad que él des

grapaba el brazo, luego lo cauterizaba, y dibuj

convencerme, para pintar a mi hijo como un depresivo, para presentar una nota de suic

secreto de su libro favorito de la infancia. No se estaba rindiendo; estaba

eemplazado por una dete

ndo el cauterizador contra la pierna de

ítu

estaba

rella de atletismo con una beca completa, un chico que planeaba su futuro con

erito en Criminalística. Yo misma habí

as en su pierna eran por el impacto de la defensa de un auto. La evidencia de

do. Un atro

ez, presenté mi evidencia. Cada vez, una puerta se cerró en mi cara. Después de la séptima negativ

a justicia por

a hija del Fi

ra oculta transmitía mi rostro, mi voz,

es Caroli

cía en una mesa de exploración, idéntica a aquella donde vi a mi hijo por última v

evidencia. Mi hijo, Dani

a en el hombre que sabía que estaba del otr

es que me negaste la justicia. Vas a publicar el verd

acero. Era una engrapadora de piel de grado mé

s, usaré una herramienta forense en t

ado, los rostros frenéticos y surcados de lágrimas de Bernardo y Cecilia Serrano

-suplicó Bernardo, con la voz quebrada-. ¡La evidencia es cl

er conocida por su compostu

lo que quieras, te lo daremos!

se desplazaban al lado de la transmi

nst

loca! ¡

re hacerle esto a la

ido sin sentido. Miré el reloj en l

tunidad se ha id

e perdí a mi hijo, había regresado, reconvertida en algo frío y terrible. Presi

l

eño frunciendo su frente. Una sola gr

tan estéril como la habitación a mi alr

ue tragado por el caos del centro de comando. El rostro d

s desorbitados por un terror

io! -gritó-. ¡E

colega, el Detective Mora

. Piensa en Dani. Procesaste su cuerpo. Sa

tarios se despla

secuestradora,

er de su propio

ieron borrar la verdad. La tierra bajo sus uñas no era de un parque; era grava del acotamiento de la Carretera Nacional. El fentanilo en

do en su cuerpo, contaba una historia. Había muerto acostado de es

Guillermo Herrera, al caso, citando un conflicto de inte

nforme. Suicidio

e pintura en los jeans de Dani, los que el informe oficial convenient

s de la grava en la

toxicológica defectuosa

pierna, mostrando el inconfundible patrón de fractura en espira

ron sin c

mentira. Fue entonces cuando decidí crear

n propósito frío y duro. Obtendría justicia

Obtenga su bonus en la App

Abrir