Cenizas a Fénix: Un Amor Renacido
ue reflejaba la tormenta en su interior. Para cuando llegó a casa
a Julián, un último y desesperado instinto que no pudo reprimir. La llamada fue al bu
estado antes, sino en una diferente. Una amable doncel
nía, señorita Tucker. Estuvo
había venido. Ni siq
he. Cuando lo encendió, se inundó de
a selfie de ellos tomados de la mano, un brazalete de diamantes en la muñeca de
propuso matrimonio por lástima. Dijo que tus cicatrices le dan asc
ulián me llevó a ver el lugar de la boda hoy. Dijo que este es el vesti
un acantilado con vistas al océano, el lugar donde se supo
oz de Julián, clara como el
acío. El amor que había albergado por él, el amor terco y resistente que había sobrevivido a
aba. No sentía nada
aspecto renovado y feliz. El tiempo con
tándola por primera v
dijo ella, su
s a la hacienda de mi familia mañana hasta la boda. Es más seguro. Ah, y Est
e en su cortejo nupcial. L
ró sus manos
a en su voz. No podía entender por qué no estaba desem
lla-. No es
aba completa y abso
arza. Una extensa mansión gótica que siempre se ha
nes de piedra. Corrió hacia el coche cuando se detuvie
hacienda se abrieron, y Alba volv