Su Posesión, Su Escape
a del sótano. "El señor Jiménez so
edo a él. Sabía que tenía que ir. Bruno tenía a mi madre. Estaba pagando s
del sótano se había filtrado en mis huesos, y mi
Debi ya estaban terminando su comida. Debi
nto mucho lo que pasó. Déjame traerte un poco de
ante, sus ojos con un brillo m
estaba observando, esperando mi reacción. Alcancé e
manos, y la sopa hirviendo se derramó sobre mi pech
aba a sanar, se sintió como si la hubieran vuelto a
mirándolo, supli
stello de preocupación.
un grito agudo. "¡Mi ma
tante. Corrió a su lado, ignorándome por comp
ja en el dorso. "¿Te duele?", preguntó, su voz
en los ojos. "Estoy más preocupada p
e has hecho", dijo, su voz fría, cargada de asco. "Ni s
dele disculpas. Y luego le
frente a ella, una posici
do de desafío. "¿Quién soy para ti
status?", siseó. "Bien. ¿Cómo está tu madre en la clínic
ágil madre, cuya vida estaba en sus manos. Conocía mi debil
ía ele
palpitando bajo el vendaje húmedo. Pero con cuidado, suavemente, apliqué la crema en
se escapó y cay
burlona. Me dio una palmadita en la nuca, un gesto que una vez fue
Estaba delirando, entrando y saliendo de la conciencia. En mis sueño
itación blanca y es
parecía más joven, más como el hombre con el que me había casad
iste ayuda?", preguntó, su voz áspera por el
bre, mis llamadas sin respuesta. Había intentado llama
encio. Se pasó una mano por el pelo, un gesto de frust
o por la ventana. No t
alagosa, salió por el altavoz. "Bruno, cariño,
taré", p
lgo en sus ojos, ¿culpa? ¿lástima? D
a antigua colección de mi padre", dije, mi voz
pequeña petición pudiera absolverlo de su
virtió, su voz endureciéndose
a rozó mis labios por primer
o amigo de la familia. Bruno confiab