Su Posesión, Su Escape
ía las manos atadas a la espalda, la cuerda áspera
se había raspado contra el suelo.
cón, estaba Debi. Parecía aterrorizada, pero cuando
nía sobre mí. "Alessa Weeks", dijo, su voz un gruñid
. Todo era una trampa. Debi no era
a se iluminó. Era mi foto de boda. La del sótano, a
n gemido patético. "Déjenme ir. Soy la amant
ho de hojalata de la bodega, el s
bi, con una sonrisa desagradable en su
bodega se abrieron de golpe. Una mujer esta
mena Z
triz y le dio una fuerte bofetada en la cara.
hacia Ximena. "¡Ximena, gracias a D
tán juntas en esto", d
odio profundo y escalofriante. "Por supuesto. Ell
bras ásperas cortando más profun
. "Todavía no. Voy a hacer que veas cómo Bruno la elig
ego sacó su teléfono y nos filmó, a mí atada y amordazada
as puertas cerrándose d
n motor potente afuera. El hombre de la
iento fétido bañando mi rostro.
. *Siempre te elegiré a ti, Alessa*. Una promesa de otra vida. Sacud
e empapado, su rostro una máscara de furia. Sus ojos me encontraron,
nlas",
sostuvo en la garganta de Debi. Otro hombre hizo lo mis
como esquirlas de hielo
el de Debi, dibujando una delgada línea roja. Hizo lo mismo con
o se tensó. Vi la va
ó quitarse la mordaza de la boca. "¡Bruno!", gritó.