Escapando de Su Obsesión, Encontrando el Amor
ortafolio con mis diseños en un male
as. Había planeado irme a la Ciudad de Mé
Su voz, fría y autoritar
¿dónde
taba solo. Oí el suave clic de los taco
letín y sal
razo alrededor de Valeria Campos. Ella lo
eguntó, sus ojos entrece
os antiguos -mentí, mi voz firme
verlo en la dure
rdenó-. No vas
as moviéndose, de cajones abriéndose y cerrándos
antu
los dedos entumecidos y cayó al suelo con e
, las herramientas de dibujo de mi padre, las pinturas de mi madre. Era una habitaci
raba hacia las escaleras-. Esa habi
Alejandro, su labi
Puedo quedarme en un hotel. Parece que la se
mirarla, y luego endureciéndose de nuevo al volve
stura desmoronándose-. Ese era el estudio
mo piedras-. No necesita un estudio. Valeria
la
Hazlo.
n lo alto de las escaleras, sus rostros lleno
ré, las lágrimas
tó un peque
, me está
trajo de ira. Se acercó a mí, me agarró del brazo y me hizo a
iendo a mi lado y volviero
en la luz de la tarde. El olor a pintura al óleo y papel viejo llenaba
quería de aquí -orden
os recuerdos de mis padres con una prisa descuidada. Una caja
erlas, pero estaban
as, sollozand
í, una sonrisa cruel
n triste. So
ercana. Era mi foto favorita de mis padres y yo, toma
ar acariciando el cristal sobre el rost
s, se "
se hizo añicos en el suelo. El sonid
baleándose hacia atrás-. ¡Sofía, n
instante, su rostro una máscara de furi
bofe
ó al suelo. Me ardía la me
u voz temblando de rabia-. ¿
té explicar, per
ación, fuera de la casa y al jardín delantero. Habí
rás en lo que has hecho -siseó,
arcidas y embarradas de mi padre
arte con tu pr
a pesada puerta principal cerrarse de go
uvia. Con los restos de