Coma, crueldad y la traición de Caleb
ar a mi hermano, una extraña complicac
a me había reemplazado. Tenían una nuev
expiara mis pecados, mi prometido, Damián, y mi hermano me encerraron en una villa aislada en Cuernavaca durante tres años. Fui
po se estaba rindiendo, pero mis verdugos decidieron un último acto de "
brindando con champaña. Escuché su plan. Mi tortura no era una penitencia. Era un
te más alto de la isla, dejé atrás mi diagnóstico médi
ítu
demasiado brillante, un blanco estéril que hacía que la cabeza me mar
co
spués de donar médula ósea a mi hermano, Fernando, una ext
o con nuevas arrugas que no reconocí. Mi padre, Federico, estaba a s
ostro pálido por un alivio tan profundo que parecía dolor. Y mi hermano, Fer, la razón por la que
quí. Mi mundo h
ntonce
ner poco más de veinte años. Tenía mi cabello, mis ojos. El pare
-pregunté, mi voz
de mi mad
lla es Hailey.
apretó
os por un tiempo, Elara. Tus padre
-añadió mi padre,
ió una sonrisa tímida y nerviosa, una actuación
oda. Era a quien mi padre elogiaba por sus calificaciones, por su comportamiento. Fer la trataba como a una hermanita querida, e
opia vida. Una reliquia que habían
triz una tarde, con voz suave-. Necesitaba una familia, y nos
a hueca. Se sentía
ije, mi voz encontrand
n la habitaci
azonable -co
de mis padres-. No soy un reemplazo.
ediatas y horribles. Hailey rompió a llorar, un despliegue dramático y desgarra
ernando, su voz afilada-. ¿Después de
i propia y obstinada negativa a ceder. Finalmente
nando la llevarían. Me quedé en mi habitación,
s. Sus rostros eran máscaras so
o Damián, su vo
a ido? -pregunté, un nudo de inq
n odio que nunca antes había visto-. Un accidente de auto. F
procesar la mentira
que estaba en el sistema de adopción... descubrieron dónde estaba. Están haciendo amenazas. Por lo
. ¿Escondidos? ¿Amen
erza de su convicción fue un
ernando, sus palabras como hiel
, su expresión torcida por
s penitencia hasta que te hayas gana
Me trasladaron a una villa aislada propiedad de Damián. No
no y mi
ieron en m
a salvo, pero que su seguridad continua d
ico que daba sentido a la pesadilla. Fregaba pisos hasta que mis manos quedaban en carne
. Hice de mi sufrimiento una oración, esperando que llegara a m
en algo desgarrador y doloroso que me dejaba sin aliento. Un
un día, Damián me llevó a
e muerte. Cáncer de pulmón termina
de mí que ya estaba muerto. Era solo
timo y retorcido acto de "bondad". Por mi cumpleaños, me l
te, diciéndome que esper
ía me llenó. Abrí la cerradura con un pasa
nces l
i familia estaba reunida en una terraza. Mi madre, Beatriz, y mi padre, Federico, riendo, s
nte como una reina, estaba Ha
o se tambaleó.
aceta, mi corazón martillando contra mis c
o digamos! -decía Hailey, riendo-.
ña-. Es la única manera de que finalmente te acepte, que
smo tono justiciero que había usado durante tres años-. Enton
no era por el cáncer. Era por una traición tan abs
ufrimiento... era un juego.
amé revelado como una mentira, supe lo que tenía que h
El día de su
s, un fantasma q
día sobre un canal profundo y agitado entre los acantila
bre impecable que contenía mi diagnóst
en un momento de arrogancia suprema, me había visitado en mi habitación para
subí a la
o era oscura
tres años, sentí
lt