De Salvador a Acosador Obsesivo
rojas de los dedos que florecían en mi cuello. Solo quería volver a mi dep
ca llegu
La puerta lateral se deslizó y dos hombres corpulentos saltaron. Antes de que pudiera g
La puerta se cerró de golpe, sumiéndome en la o
ock de agua helada
o y oscuro. Estaba en una especie de bodega abandonada, el aire olía a óxien el vasto espacio. "Vaya, m
. Dos hombres estaban de pie ante mí, s
quieren?", exigí, co
l primer hombre. Sostenía un látigo largo y delgado. Lo pa
agudo, atravesó
". Traté de sonar fuerte, pero mi v
que parecía agua salada. "Solo seguimos órdenes. Una pequeña lecció
se detuvo.
e pudiera procesar sus palabras. Golpe
sadora y al rojo vivo de agonía. El agua salada en la que habían mojado el
a no volver a gritar,
lágrimas corriendo por mi cara
a penumbra. "El jefe es un hombre inteligente. Sabía que intentarías hacerte l
ó que yo había lastimado a Kendra. El hombre que había sido mi
a cuenta. Mi espalda era un desastre de carne viva. Cada
léfono, el flash me cegó. "Grita más fu
ta estuvo en carne viva,
se rindió. Me desplomé en la silla, mi conciencia d
en el frío suelo de concreto, desatada. Los hombres se habían ido.
desesperado de mi cuerpo por combatir la infección
. Un zumbido d
o mi bolso en el suelo a
de adrenalina me recorr
r mi columna. La piel desgarrada de mi espalda raspaba contra el conc
los ojos fijos en el bols
alrededor de la correa. Lo acerqué, hurgando dentro ha
con el rostro de Hele
para contestar, mi mano dejando un
en? ¿Reservaste tu vuelo?". Su voz er
a gritar pidiendo ayuda, pero so
a...
scuridad me tra