icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

De Salvador a Acosador Obsesivo

Capítulo 4 

Palabras:867    |    Actualizado en: 07/08/2025

el grito frenético de

nitor cardíaco era un ritmo constante a mi lado. Helena dormía en una silla, con el rostro pálido y manchado de

ra poderosa, más que capaz de rastrear la señal d

ían sa

í, sus ojos se abrieron de go

zcla de alivio y furia. "¿Quién te hizo est

ojos. "Fue César", susurré,

Golpeó con el puño el costado de la cama

", siseó. "Voy

rprendentemente firme

r, pero vio la mirada en mis

icos. Mi espalda era un mosaico de vendas, y los médicos dijeron

a cama, apoyándome pesadamente en Helena. Cami

y Ke

el regazo, pálida y frágil. César la empujaba, su expres

ismo hospital. Kendra, por

ra tan cruda, tan cruel

ñido bajo escapó de sus labios

tra dirección, pero me mantu

amos, César levantó la vista. Sus ojos, una vez

", espetó, como si mi sola

tás haciendo tú aquí, pedazo de mierda? ¿Cuidando a esta zorrita fars

on. "Cuida tu boca, Helena. Esto

go!", replicó ella. "¡Last

ena y la empujé suavemente. Miré

oz goteando sarcasmo. "Enviar hombres a azotar a

nte. "Me secuestra

? ¿satisfacción?- cruzó su rostro. "Te lo merecías.

tigo l

as y supurantes. Tendría cicatrices de po

do, armándo

con toda la fuerza que

mejilla resonó en el silencioso pasillo.

Una huella de mano roja floreci

propio cuerpo, agravando las heridas en mi espalda, pero apenas

temblorosa pero clara. "Me me

su rostro, la primera grieta que h

César", dije. "Durante tres años, fui cieg

áscara de furia. Dio un paso

a. Se arrojó frente a mí,

fermeras y otros pacientes. "¡Miren todos! ¡El magnate tecnológico Césa

miraba, s

", dijo Helena,

ie, la huella de mi mano como una

ecogió un ramo de flores que había

su talón, pero su voz fue suave cuando l

os, fríos y llenos de un odio ase

Obtenga su bonus en la App

Abrir