De Salvador a Acosador Obsesivo
sanando lentamente mientras mi mente repetía cad
llier. No quería nada de él excepto lo que era mío por derecho
arrón de porcelana se estrelló co
trar tu cara aquí?", bramó
is pies. Se esparcieron por el sue
spalda un desastre sangriento, mi rostro contorsiona
había envia
rrastrado por el lodo! ¡Están por todo internet! ¡Creen que mi h
el brazo. "Papá, no te enojes tanto. Abril es joven. Quizás solo
destruir mi reputación, de arruinarme por completo, todo para vengar
a por el shock,
to a la puerta. "¡Voy a matarte a golpes, zorra d
tación perfecta de una hija preocupada. "¡No la lastimes!
guí, mi espalda gritando en prote
y muerta. "Me ataron y me azotaron.
s! Te ves perfectamente bien. ¡Solo estás inven
"Nunca debí haberte tenido. E
mi padre, por cualquier pizca de a
ción. "Ya no me importa. Solo dame lo que es
á... está programada para demolición.
Podía verlo en s
hacia la puerta. "¡Fuera de
n la cara. "Señorita Abril, por fa
o. No me iba a dar la casa
verla una
casa donde había pasado los primeros diez a
la puerta principal se estaba pelando. Se veía tr
os sacudiendo mi cuerpo. Le había fallado a mi mad
miren lo que
a allí, con una sonrisa petula
á le pidió esta casa a tu papá, y él se la dio. Dijo que de todos modo
me invadió. Me puse de pie de u
ello perfecto y la abofete
ridos!", grité. "¡Esta es la casa de mi mad
Ahora está a nombre de tu padre! Y él ama a mi madre más
r!", chillé. "¡
ice. Y cayó redondito. Nadie te creerá jamás, Abril. Tú eres la a
olviéndose maníaca. "De hecho,
a estrelló contra la puerta de madera. El vino tinto
acó un e
eca, lo arrojó sobre la
estalló
entras el fuego lamía las pare
n sonido de pura
uiciada. "Adiós, Abril. Saluda a tu
expresión cambió en un instante. La sonrisa maníaca desapareció, ree
a el coche,
"¡César, ayúdame! ¡Abril se ha vuelto loca! ¡Me golpeó, amen