Su hijo secreto, su fortuna robada
ndo en sus labios. Esperaba que me derrumbara, que gr
cajón y saqué la impecable carpeta que mi abogado hab
-dije-. Pero él no los fi
. Tenía que ser él quien terminara las cosas, en sus términos. Simplem
e segundo antes de que recuperara la compostura.
tono goteando condescendencia-. Sé
ante, su voz bajó a u
e antes de que ustedes se casaran. Fui yo quien
us demonios. Habló de una noche de hacía siete años, cuando él e
e riñón. La donante era una joven anónima que era compatible. Pero en el último minuto, hubo un
cuñada, era compatible. Había insistido en hacerse la prueba
estado juntos incluso entonces. La "complicación" con la donante original fue probablemente obra de
a. No era solo una aventura reciente. Era
elo -dije, con la voz p
alma la desconcertó. Esta no er
descubierto-. Quiero esta casa. Quiero la empres
arriba abaj
n ti. Necesito que te odie. Necesito que sea él quien
rmitorio se abri
puso. Soltó un grito de dolor, tropezó hacia
su rostro-. ¡Sofía, por favor! ¡Lo siento!
alabras ante la auda
rostro una nube de torment
iciste?
imió Ximena-. ¡Y la empujaste
da, tan completamente infu
Hay cámaras en esta casa, Dam
se puso rígido al me
perdido en su propia narrativa paranoic
una cámara! ¡Confío en mi
s, ahora se negaba a mirar lo único que probaría mi inocencia. Había confiado en mí durante años, había afirmado. Pero tod
Ximena, tirando del brazo de Damián,
jos llenos de una esc
res, Sofía -dijo,
amable, tan gentil. Quizás deb
ome sola en la habitación. El clic de la
oso y empecé a reír. Era
r que lo había amado, que lo había cuid
abía podrido de adentro hacia afuera, y yo fui l