De Prisionero a Fénix: Su Arrepentimiento
de él colocado posesivamente sobre la silla de ella. Yo observaba desde las sombr
el último artículo, un sile
tro gran final, la '
esentado sobre un cojín de terciopelo. Brillab
se la mano al pecho. "
mo tú", murmuró él
implemente se quedó sentado, con una sonrisa tranquila en su rostro. Cuando
su voz casual, como si es
silencio. Nadie má
l subastador. "¡Al s
rojó al cuello de Damián, besándolo profu
oz una promesa grave. "La boda es el próximo me
e su cuello. Ella se pavoneó, girando l
ía res
amante, sino la cadena de plata ú
re. Después de que ella murió, me la dio, diciéndome que se la diera a la m
- le había dado la cadena. Le dije que él era mi familia ahora. Tenía lágrimas en los ojos. Pro
ía dado a la mujer que intentó matarme. Había tomado mi recuerdo más precios
nsé que me estaba muriendo. Me agarré a la
rificios, todos los años de devoción, él lo h
y salí a la noche. Había empezado a llover, un aguacero f
mpapara hasta los huesos. No sabía a dónde iba. Solo necesitaba
a velocidad, salpicando una ola de
la vista
volante. Brenda estaba en el asiento del pasajero, con la ca
sapareció e
ollozos sacudían mi cuerpo, crudos y feos. Lloré por la vida que había perdido, por
o tormentoso. "¿Por qué? ¿
a tan
pies entumecidos, mi mente una pizarra en blanco de dolor. Me
ármol frío. Le conté todo. Sobre la traición de Damián, sobre las mentir
esperté, el sol estaba saliendo y la lluvia había cesado. Mi teléfono vi
e estás? Esto
me. Siento haber tenido q
ras.
staba esperando afuera, caminando de un lado a otr
ado! ¡Estaba como loco!", gritó,
é de su
chador esposo, sino como el multimillonario manipul
lea con él. Él también me había encontrado allí. Me había abrazado, su voz
ntía como una actuación. Su
se había ido. Quizás