La herencia de la Reina
os fragmentados. Su madre, Alicia Gómez, la había abandonado, o al menos eso fue lo que siempre le dijeron. Fue su tía quien la crió, una mujer amable pero distante, que nunca permitió que V
in muchas preocupaciones. Su vida era tranquila, hasta que aquel día, mientras repasaba unos documentos, el sonido de su teléfono la sacó de su concentración.
onar tranquila, aunque la sensa
línea era firme, como si ya esperara hablar
-preguntó, ahora sintiend
de la familia Renier. ¿Está usted disponible para una reun
ero su mente no lograba procesar bien esas palabras. Su madre había muerto cuando e
para ver si cobraban algún sentido. -¿Mi madre? No... e
pausa al otro l
on que usted es una de las beneficiarias de su testamento. Según lo indicado, ella dejó una parte significativa de su patrimonio, incluyendo la mitad de
recientemente, ¿por qué nadie le había informado antes? ¿Cómo era posible que alguien como ella, que había sido abandonada a
eguntar, aún sin encontrar respuestas cla
adena hotelera. La invitación está en su correo, junto con todos los detalles. Es importante q
formular más preguntas, el te
ionados, parecían venir a su mente con una fuerza inesperada. ¿Cómo podía ser posible que la mujer que la había dejado atrás, si
aba detalles sobre la herencia y la invitación para una reunión urgente en la mansión Renier. Al abrir el archivo adjunto, la información la dejó aún más desconcertada. El testamento especificaba que su madre,
de ella, y el miedo comenzaba a asomarse. ¿Qué había detrás de todo eso? ¿Por qué su madre nunc
inesperada, la había dejado atrapada entre el pasado y el presente. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Debería ir a esa mansión de la familia Renier y enfrentarse a
dre la había dejado tan sola, y tal vez también comprendería el papel que ella misma jugaba en este eni
na decisión que ya no podía detener. Todo lo que conocía sobre su vida estaba a punto de cambiar. Sin saber qué esperar, pero con una determinación