icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Su hijo secreto, su vergüenza pública

Capítulo 3 

Palabras:1029    |    Actualizado en: 31/07/2025

guerra. Se creía intocable, escondida en su

ver la verdad con mis propios ojos, para escucharla de sus propias bocas

ba: un servicio de limpieza al que se le pagaba una tarifa mensual fija sorprendentemente baja. Una empresa que probablemente pagaba mal a sus trabajadores. Encontré su sitio web y el nombre del ge

con otras tres mujeres. Llevaba un uniforme azul sencillo, una gorra de béisbo

aspecto cansado llamada María,

te principal. Rápido. A la señora

habían construido aquí. En la mesita de noche había un marco de plata. Contenía una foto de Iván y Krystal el día de su boda. No estaban casados oficialmente,

en un pony. Krystal e Iván riendo en un barco. Mi padre, Ricardo Montemayor, un renombrado arquitecto, había diseñado esta casa. M

, limpiando las encimeras. Ma

osa. Parecen una f

piró, sin

Montemayor... está aquí más que en su propia casa. Le enseñó

ñarme nada. Le había rogado que me enseñara caligrafía, su pasión, pero siem

emayor?", pregunté

ndo con la cabeza. "Le trae joyas nuevas cada semana. Dice que

la verdadera hija que había pasado

me giré para salir de la cocina, oí el sonido de un coche

sorbitados por el pánico. "¡Rápido, escóndete! ¡En

se abría. Me pegué a los estantes, mi corazón latiendo contra mis costill

taba l

quería e

l, acariciándole el pelo. "Papi te com

Krystal, su rostro grabado con preocupación. "¿

. "Solo cansada. Es difícil, Iván. Fingir todo el t

tó la res

jo a Krystal a sus bra

Una vez que se complete la nueva fusión, ya no necesitaré las conexiones de su familia. Termin

tes?", sus

timo. "Tú y Leo son todo mi mundo. Eliana... el

tapa

amienta que estaba usando. Un arreglo temporal hasta que consiguiera lo que querí

rganta. Tenía toda la prueba que necesitaba. Tenía las fotos, los estad

illo. Me deslicé fuera de la despensa, le di un silencioso agradecimiento a una

hacer una llamada telefónica. Me vio. Sus ojos se entrecerraron, un destello de reconocimie

tó. "¿Qué sigues

lleando. No podía dejar que viera mi cara. Todavía

Obtenga su bonus en la App

Abrir